Es muy importante estar informados de todas las posibilidades y estrategias que tenemos a nuestro alcance para ahorrar dinero.
Existen algunas opciones que, además de guardarlo, pueden hacer que este crezca.
¿Quieres saber cómo?
Veámoslo con los depósitos bancarios, qué son, sus ventajas e inconvenientes.
¿Qué es un depósito bancario?
Los depósitos bancarios pueden ser una gran ayuda para invertir nuestros ahorros, pero antes debemos obtener toda la información acerca de este modelo de ahorro. Como cualquier otro producto financiero, es imprescindible saber en qué consisten, qué ventajas e inconvenientes tienen para ver si realmente es el método adecuado.
Los depósitos bancarios son un tipo de producto financiero en el que se establece un acuerdo entre dos partes con la finalidad de guardar una cantidad de dinero y que esta genere una serie de intereses.
Una de las partes, que puede ser una persona física o jurídica, deposita en una entidad financiera una cantidad de dinero para que esta otra se lo custodie durante un tiempo determinado.
Una vez vencido el plazo, el dinero se reintegra al ahorrador con los intereses que se hayan generado.
Tipos de depósitos bancarios
Existen diferentes tipos de depósitos bancarios, que hemos de conocer para saber cuál es el idóneo para invertir nuestros ahorros.
Principalmente existen 2 grandes categorías de depósitos bancarios: a la vista y a plazo.
- Depósitos a la vista: son los clientes quienes deciden el periodo de tiempo en el que quieren que se les devuelva el dinero. El inconveniente es que puede que en el tiempo establecido no se hayan generado intereses y la rentabilidad sea escasa o nula.
- Depósitos a largo plazo: se elabora un contrato entre ambas partes en el que se estipula el plazo en el que se va a retirar el dinero y los intereses que va a recibir el ahorrador a cambio de ello.
Además, también se estipula en el contrato una penalización que, la persona que deposita el dinero, deberá pagar en el caso de que retire el dinero antes del vencimiento del periodo acordado.
Depósitos a la vista
Esta opción permite a la persona que deposita el dinero recuperarlo en todo momento, lo que reduce la posibilidad de riesgos, pero también la de rentabilidad.
Podemos distinguir dos tipos de depósitos a la vista:
- Cuenta Corriente: es uno de los productos bancarios más habituales. El cliente puede acceder a su dinero en cualquier momento, pero no existe ninguna posibilidad de obtener rentabilidad por él.
- Cuenta de Ahorros: es como una cuenta corriente, pero no permite al cliente la facilidad de realizar pagos o ingresos en cualquier momento. A cambio, los tipos de interés son más altos.
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Depósitos a plazo
Se trata de productos de ahorro en el que el cliente tiene que dejar su dinero en el depósito durante un plazo de tiempo determinado. A cambio, el ahorrador obtiene unas condiciones de rentabilidad a su favor.
Una vez el plazo de tiempo que se ha estipulado vence, el cliente es informado por si quiere renovar la inversión o cancelar el depósito bancario y retirar el dinero junto a la remuneración que se ha generado durante ese periodo de tiempo.
Esta remuneración puede realizarse mediante unos intereses fijos o variables. También se estipula el plazo en el que esta especie de recompensa se va a recibir, que puede ser de manera periódica o al final del contrato.
Si por el contrario, el ahorrador decidiera sacar el dinero antes de tiempo, puede que la entidad financiera reclame una especie de penalización por incumplimiento del periodo establecido.
Ventajas de los depósitos bancarios
Los depósitos bancarios son una forma de invertir o ahorrar dinero muy común y que ofrece algunas ventajas que hay que destacar:
- Facilidad: es uno de los productos bancarios más conocidos porque también es uno de los más fáciles de contratar. Los bancos necesitan el dinero de los ahorradores para poder conceder préstamos a otros clientes.
- Transparencia: es una de las pocas fórmulas de inversión en las que el cliente sabe de antemano las condiciones a las que se expone. Desde el plazo de tiempo en el que ha de dejar su dinero en el depósito, hasta el índice de remuneración que va a recibir por ello.
- Garantía: a diferencia de otras opciones de ahorro o inversión, los depósitos bancarios cuentan con la garantía del Banco de España. Esto significa que en el caso de que el banco quiebre, será el banco nacional quien se haga cargo de devolver al ahorrador su dinero y la rentabilidad correspondiente.
Inconvenientes de los depósitos bancarios
Antes de contratar un depósito bancario es importante conocer los riesgos e inconvenientes a los que nos exponemos.
- Fiscalidad: como en otros ámbitos, Hacienda también interviene en los depósitos bancarios. Una vez se han abonado los intereses al ahorrador, se produce a la retención correspondiente. En este caso los impuestos no pueden diferirse y suelen suponer entorno al 20% de las ganancias obtenidas.
- Liquidez: el banco necesita liquidez, por eso precisa de una cantidad de dinero disponible. De ahí que penalicen al ahorrador si este retira su dinero antes del plazo establecido. Estas penalizaciones pueden hacer que el ahorro no sea tan significativo, depende de la rentabilidad obtenida.
- Baja rentabilidad: la remuneración que se recibe por haber mantenido el dinero en un depósito bancario depende de los tipos de interés que fija el Banco Central Europeo.
Por tanto, esto también depende del estado económico en el que se encuentre el país. En situación de recesión o crisis económica, los intereses son muy bajos y, por tanto, la rentabilidad que se pueda conseguir no será muy alta.
Es muy importante tener toda la información posible para saber dónde y cuánto tiempo vas a invertir tu dinero. Por eso, también es bueno contactar con algún experto que pueda asesorarte según tus necesidades y tu solvencia económica.
En este sentido, no dudes en consultarnos para orientarte sobre los mejores depósitos bancarios que mejor se adecúen a tu perfil ahorrador.
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