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Si tienes menos de 35 años, quizá te interese contratar una de las muchas cuentas joven que comercializan las entidades bancarias. ¿Quieres saber todo acerca de este producto financiero?

En Credexia te ofrecemos la mejor información para que puedas gestionar tus finanzas personales como un profesional. En esta ocasión tratamos un producto financiero muy concreto, pero muy necesario: las cuentas joven.

Este tipo de cuentas tienen prácticamente las mismas características que una cuenta bancaria corriente, sin embargo, están destinadas únicamente a un sector de la población. Suelen ofrecer ventajas por su contratación, con lo cual, si cumples con los requisitos para acceder a ellas, sería recomendable que valorases las ofertas existentes en el mercado.

Como todo producto financiero, es necesario realizar una búsqueda y comparación previa a la firma del contrato. Sin embargo, también es necesario que conozcas en qué se basa el producto financiero, qué necesidades cubre, cómo funciona y qué factores son los que inciden en poder encontrar la mejor oferta del mercado (en función de tus necesidades financieras).

Para cumplir con este último objetivo, con fines de que puedas desenvolverte como un profesional de las finanzas, te mostramos todo lo relativo a las cuentas joven.

¿Qué es una cuenta joven?

En realidad, es un tipo de cuenta bancaria, pero con unas características específicas. Su razón de ser es proporcionar soporte para las operaciones financieras del día a día (gestión de la tesorería) y otros productos más complejos (como un préstamo).

En otras palabras, las cuentas joven se enmarcan dentro de lo que son cuentas corrientes. Se trata de un depósito de dinero a la vista, es decir, con total disponibilidad de los fondos. Además, permiten gestionar las finanzas personales operativas.

Una cuenta joven es un producto bancario destinado a un colectivo poblacional concreto: las personas de entre 14 y 35 años (aunque cada entidad bancaria tiene su propia política en cuanto al mínimo y máximo de edad aplicable).

Este sector tiene unas necesidades específicas y, sobre todo, tienen un futuro por delante, lo cual implica la contratación de una gran cantidad de productos bancarios, como un préstamo personal para el coche, una hipoteca, tarjetas de todo tipo, etc.

Una cuenta joven es un subtipo de cuenta corriente, diseñada para cierto colectivo (jóvenes de entre 14 y 35 años) y que ofrece ventajas para sus contratantes

Por otra parte, este tipo de personas suelen tener una menor cultura financiera y, en muchos casos, es difícil de fidelizar… ¿Acaso piensan los jóvenes en sus necesidades financieras?

Este es el motivo por el cual existen las cuentas joven: ofrecer una serie de ventajas y beneficios acordes a las necesidades de este segmento de clientes con el fin de fidelizarlos y sean capaces de contratar otros productos bancarios más complejos y que puedan necesitar a lo largo de su vida financiera.

¿Qué características tienen las cuentas joven?

Una cuenta joven ofrece toda la operativa propia de una cuenta corriente ordinaria. Su principal diferencia se encuentra en las ventajas y ofertas que ofrecen (lo cual trataremos posteriormente con más detalle).

De esta manera, una cuenta joven (al igual que una cuenta corriente) tiene las siguientes características:

  • Es un producto totalmente líquido: el dinero se encuentra a disposición del cliente en todo momento.
  • Al tratarse de un depósito a la vista, el saldo de la cuenta es un préstamo realizado a la entidad bancaria. Puede destinarlo a las necesidades operativas de su negocio financiero (conviene tener esto en cuenta a la hora de negociar las condiciones de cualquier tipo de cuenta corriente).
  • Pueden o no pueden permitir los descubiertos en cuenta, dependiendo de la entidad que se trate y las condiciones impuestas por sus políticas comerciales (sería un aspecto más a negociar. Aunque, cuidado con las comisiones e intereses que pueden conllevar los descubiertos en cuenta).
  • Como norma general, las cuentas corrientes permiten la contratación conjunta (más de un titular). Sin embargo, en el caso de las cuentas joven, al tratarse de un producto destinado a un segmento de clientes específico, es difícil abrir una cuenta joven conjunta. Este aspecto se debería tratar con la entidad, porque es posible contraer matrimonio antes de los 35 años y tener la necesidad de abrir una cuenta conjunta. A la par de poder beneficiarse de las ventajas de las cuentas joven.
  • Ofrecen información periódica: a través de los extractos y demás documentación, el cliente puede tener un control absoluto de su cuenta. En la actualidad, la gran mayoría de las entidades (por no decir la práctica totalidad) ofrecen aplicaciones informáticas para una gestión completa de la cuenta corriente. Las cuentas joven no quedan al margen.

Al ser un tipo de cuenta corriente, las cuentas joven tienen todas las características de estos productos de tesorería y soporte

¿Qué operativa permiten las cuentas para jóvenes?

La operativa permitida con este tipo de cuentas suele ser la habitual de las cuentas corrientes. Aun a riesgo de ser repetitivos: una cuenta joven es un subtipo de cuenta corriente, por lo tanto, tiene las mismas funciones:

  • Ingreso de dinero en efectivo, tanto de forma periódica como puntual.
  • Retiradas de dinero en efectivo, tanto en caja o en un cajero automático (a través de una tarjeta de crédito o débito).
  • Transferencias de dinero entre cuentas bancarias, pertenecientes al mismo titular u otro diferente.
  • Traspasos de fondos (son transferencias, pero dentro entre cuentas pertenecientes a la misma entidad bancaria).
  • Emisión e ingreso de cheques.
  • Vinculación con tarjetas de crédito o débito.
  • Soporte para otros productos de la entidad bancaria más complejos (en la cuenta corriente se realizan los cargos o abonos de los productos de financiación y/o inversión contratados con el banco).
  • Posibilidad de domiciliar recibos.
  • De igual modo, es posible domiciliar los ingresos periódicos que se reciban (como una nómina).
  • Acceso a las funciones de la banca online y el cajero automático (para gestión y control de la cuenta y las finanzas en general, como por ejemplo, establecer alertas).

En síntesis, se trata del producto bancario más elemental que existe. Permite una gran variedad de funciones operativas (casi todas las necesarias para una correcta gestión de nuestros cobros y pagos ordinarios) S

Sobre una cuenta corriente, joven en este caso, se marcan las bases de la relación que vamos a tener con nuestro banco.

Las cuentas joven pueden permitir todas las funciones de una cuenta corriente. Dependiendo de la oferta que se trate, es posible que alguna se encuentre restringida

¿Y cuál es la particularidad de las cuentas joven?

La diferencia entre las cuentas joven y las cuentas corrientes ordinarias es simplemente las ofertas, descuentos, promociones y ventajas que tienen los contratantes de este producto.

Como se ha mencionado anteriormente, estos productos están destinados a un colectivo que suscita cierto interés a las entidades bancarias. Su intención es captar clientes jóvenes, fidelizarlos y, de esta manera, ser su principal proveedor de los productos financieros que puedan necesitar a lo largo de su vida. Por este motivo, ofrecen este tipo de cuentas.

Pero, para conseguir captar a este segmento de potenciales clientes, deben ofrecerles una promoción especial, acorde a sus necesidades. Bien sea la entrega de un ca rnet de estudiante, una serie de descuentos para el cine o cualquier otro tipo de ventajas.

Las ofertas suelen ser muy variadas y los bancos cada vez más están innovando para conseguir ser competitivos. De tal forma que se hace necesario, por una parte, adquirir cultura financiera (para poder negociar lo que se contrata); por otra parte, estar al día de las ofertas en cuanto a productos y servicios bancarios. Ambas cuestiones las resolvemos en Credexia, ofreciendo la información necesaria en las dos vertientes.

La particularidad de las cuentas joven es la cantidad de servicios, promociones, descuentos, ventajas y beneficios en general que ofrecen a los clientes. Acordes a las necesidades de la población joven

Siempre es preciso que analices las ofertas que se lanzan al mercado y selecciones aquella que mejor se adapta a tus necesidades. Si sigues leyendo, en breve descubrirás cuáles son los elementos que debes fijarte para contratar una cuenta joven.

Por lo pronto, cabe decir que, como norma general, las entidades suelen lanzar estas ofertas en las cuentas joven:

  • Ausencia o reducción de comisiones.
  • Posibilidad de obtener una tarjeta de débito (e incluso de crédito) asociada gratis (sin comisiones).
  • Descuentos en ciertos establecimientos.
  • Beneficios o regalos por abrir una cuenta joven.
  • Operativa totalmente digital.

¿Cuáles son los factores a los que debo prestar atención para contratar una cuenta joven?

Antes de decidirte es necesario que dediques tiempo a pensar sobre tu situación financiera actual, previsiones y objetivos de futuro.

Por ejemplo:

  • ¿Tienes ingresos actualmente?
  • ¿Tienes estabilidad laboral?
  • ¿Tienes ahorros?
  • ¿Tienes recibos que puedas domiciliar?
  • ¿Estás estudiando?
  • ¿Tienes algún proyecto en marcha (como contraer matrimonio, establecerte como trabajador autónomo, crear un producto para comercializarlo, ponerte a ejercer cierta profesión, independizarte, compra una casa, etc.)?
  • ¿Tienes necesidad de contratar algún seguro? (para tu coche, tu hogar, tu salud, etc.).
  • Entre otras.

En definitiva, se trata de determinar en qué punto estás y qué esperas de cara al futuro. De esta forma, tendrás mucho más claras tus necesidades financieras y te será de gran ayuda a la hora de buscar, comparar y negociar cualquier producto financiero.

Toda contratación de un producto financiero requiere un previo análisis de la situación económica y personal del cliente

Bien, una vez tengas conocimiento de cuáles son tus necesidades, el siguiente paso sería buscar y comprar.

Puedes servirte de portales comparadores como Credexia, pero ¿en qué elementos deberías fijarte?

Comisiones y gastos

Las cuentas joven suelen caracterizarse por no tener comisiones, suprimir algunas de ellas o reducirlas.

No obstante, para que puedas tener un conocimiento completo a la hora de negociar, hacemos mención de las comisiones y gastos que puedes encontrarte en las cuentas corrientes:

  • Comisión por mantenimiento: se trata un coste aplicado por tener la cuenta activa y funcionando (es decir, poder realizar retiradas de efectivo y toda la operativa en general, incluyendo la emisión de documentos). No suele estar presente en las cuentas joven.
  • Comisión por administración: además de cobrar una comisión por el funcionamiento de la cuenta, cada vez que se utiliza y se genera un apunte, puede aplicarse este tipo de comisión. Se trata de servicios adyacentes (por ejemplo, la domiciliación de recibos). Sólo se aplica cuando se hace uso de la cuenta y tampoco suele aparecer en las cuentas joven.
  • Comisión por transferencia: el banco puede cobrar una cantidad por enviar dinero de una cuenta a otra. Normalmente, y no sólo en las cuentas joven, el banco suele tener eliminar estas comisiones cuando la transferencia se da entre bancos de países de eurozona; o bien, puede establecer establecer un número de transferencias gratuitas al mes.
  • Comisión por retirada de efectivo en cajero: no suele aplicarse cuando las retiradas se producen en cajeros de la misma red y se utiliza una tarjeta de débito. En cajeros de otra red, en el extranjero o si se utiliza una tarjeta de crédito puede aplicarse.
  • Comisión por ingreso de cheques: se trata del cobro por los trámites que supone el ingresar un cheque en cuenta perteneciente a otra entidad bancaria.
  • Comisión por descubierto: suele ser uno de los gastos más caros que puede aplicarnos una entidad bancaria. Es necesario tenerla en cuenta porque siempre pueden aparecer imprevistos que dan al traste con el saldo de nuestra cuenta. Este tipo de comisión se encuentra limitada por la normativa: no puede superar una TAE de 2,5 veces el interés legal del dinero (un 3% en el momento actual). En esta cifra se incluyen los intereses de demora que pudiera devengar dicho descubierto en cuenta.

Una de las ofertas más extendidas en las cuentas joven es la ausencia de las comisiones de mantenimiento y administración

Intereses ofrecidos

Una cuenta joven no es una cuenta remunerada, pero no está reñida con que la entidad nos premie por el saldo que se mantiene (recordemos que este saldo representa un préstamo que el cliente le hace a la entidad).

Los intereses que puede rendir una cuenta corriente suelen ser muy bajos, puesto que tienen una total liquidez (en otras palabras, el banco tiene el riesgo de que el préstamo que supone nuestro saldo pueda ser retirado en cualquier momento).

En todo caso, el obtener rentabilidad no es el objetivo que se persigue con la contratación de una cuenta joven (o cualquier tipo de cuenta bancaria; excepto las cuentas remuneradas). A pesar de que siempre se puede conseguir arañar algún tipo de rendimiento, por pequeño que sea, si tenemos el dinero en liquidez.

Básicamente, para calcular los intereses se utilizan dos indicadores:

  • TIN (Tipo de Interés Nominal): se trata del porcentaje de interés, aplicado sobre el saldo medio de la cuenta durante un periodo temporal.
  • TAE (Tasa Anual Equivalente): la TAE es un cálculo que tiene en consideración el TIN, los gastos, la periodicidad en el pago de intereses y otros aspectos. Su objetivo es darnos una información completa de la rentabilidad en un plano anual. Hacer el cálculo de los intereses más homogéneo para poder comparar entre productos financieros.

Saldo mínimo

No suele ser común la exigencia de mantener un saldo mínimo en cuenta (salvo las cuentas remuneradas).

En todo caso, es uno de los elementos de las cuentas bancarias que requiere ser atendido para evitar sorpresas. Debes leer el contrato antes de firmarlo, observar la documentación sobre el producto financiero que estás analizando y, si tienes cualquier duda, preguntar a la entidad bancaria antes de la contratación.

Operatividad

Anteriormente hemos expuesto todas las funciones que nos permite una cuenta corriente (y por ende una cuenta joven). Puede que alguna de ellas no se encuentre presente, esté restringida o se aplique una comisión extraordinaria.

En este aspecto, debes tener un conocimiento preciso del uso que quieres darle a la cuenta, y para ello has realizado previamente un análisis introspectivo de tus necesidades financieras.

Período de permanencia

Puede darse el caso de que, al abrir una cuenta joven (lo mismo puede aplicarse a cualquier cuenta corriente), el banco te ofrezca una promoción especial. Sin embargo, para mantener este beneficio, se te exija que mantengas la cuenta abierta y operativa durante un período determinado de tiempo. A esto se le conoce como permanencia.

Como todos los demás elementos, mediante la búsqueda, comparación, negociación y prestando atención a todas las características y condiciones del producto financiero (observando los documentos, copia del contrato y comunicaciones con la entidad) puedes encontrar la cuenta más adecuada para ti.

¿Y cómo sería entonces la cuenta joven ideal?

Aunque es difícil encontrar una cuenta con todas estas características, para hacernos una idea de cuáles son los beneficios que ofrecen, hacemos una mención a cómo sería la cuenta joven “perfecta”:

  • La entidad bancaria es de confianza.
  • La oferta de la cuenta joven tiene promociones y descuentos en productos y/o servicios que solemos utilizar y son de nuestro interés.
  • Ofrece intereses por los ahorros que podamos mantener en la cuenta.
  • No aplica comisiones de mantenimiento ni administración.
  • Permite los descubiertos en cuenta, a muy bajo coste.
  • Podemos anticipar nuestra nómina o ingresos periódicos que recibamos.
  • El banco nos concede una tarjeta de débito gratuita.
  • Si se domicilian recibos, el banco nos devuelve un porcentaje de su importe.
  • Permite una amplia operativa y servicios gratuitos (transferencias, ingreso de cheques, etc.).
  • El banco nos facilita el acceso a la financiación con mejores condiciones.
  • Tenemos buenas ofertas para la contratación de productos bancarios (seguros, depósitos a plazo fijo, etc.).
  • No tiene compromiso de permanencia.
  • Permite mantener la cuenta joven (y sus ventajas) hasta una edad lo más avanzada posible (hasta los 35 años, aproximadamente).
  • No exige mantener un saldo mínimo en cuenta ni tener que realizar un ingreso mínimo.
  • La entidad bancaria nos ofrece un buen servicio de atención al cliente.
  • Permite operar desde la app de nuestro dispositivo móvil y/o a través de Internet.
  • El banco no exige vinculaciones por abrir una cuenta joven (es decir, la contratación de algún otro producto o la domiciliación de una nómina como requisito).

¿Cómo contratar una cuenta joven?

Normalmente, para abrir una cuenta bancaria se exigen pocos requisitos. No es un producto que suponga riesgo alguno para la entidad bancaria, con lo cual no es necesario realizar ningún estudio de solvencia del cliente (a pesar de que pueden existir entidades que rechacen de pleno la contratación de clientes que se encuentren en algún fichero de morosidad, como ASNEF).

Para abrir una cuenta joven, el principal requisito que te exigirán es que tengas una edad comprendida en el rango que marca la política comercial de la entidad bancaria para contratar este producto.

Esto es lo más fundamental.

Uno de los requisitos generales para poder contratar un producto bancario es, lógicamente, que el cliente tenga capacidad para ello. La plena capacidad de obrar se establece en España a partir de los 18 años.

Sin embargo, es posible sortear este requisito con la ayuda de un tutor legal que autorice al cliente, menor de edad y sin plena capacidad para contratar, la apertura de una cuenta joven. Hay entidades que permiten la apertura de este tipo de cuentas a partir de los 14 años. Por lo demás basta con ser residente en España.

Todo esto se demuestra con la aportación de una copia del DNI (obligatorio a partir de los 14 años) o documento análogo (pasaporte, tarjeta de residencia, etc.).

Bastará con la presentación del Documento Nacional de Identidad (o documentación análoga) para la apertura de una cuenta joven. En caso de que el solicitante sea menor de edad, deberá ser autorizado por su tutor legal

Además del documento de identidad, único documento necesario para abrir una cuenta joven, puedes entregar algún justificante de ingresos (como las tres últimas nóminas) y todo aquello que pueda resultar de interés. Cuanto más transparente seas con el banco mejores relaciones establecerás con tu proveedor de servicios financieros y obtendrás una mayor confianza.

Puedes visitar nuestro portal para estar al día de las últimas novedades e información acerca de las ofertas de productos y servicios bancarios. En Credexia trabajamos para que mejores tus finanzas a través de una gestión eficaz, ordenada e inteligente.