tarjeta visa vivid

Tarjeta Visa Vivid

4.8
Valoración Credexia
Valoración realizada por Credexia
Ventajas
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  • Opera hasta en 107 divisas.
  • Vinculada a la Cuenta Vivid
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capital ontap

Tarjeta CAPITAL ON TAP

5.0
Valoración Credexia
Valoración realizada por Credexia
Ventajas
  • Hasta 50.000€ de límite de crédito
  • Aplazamiento de los pagos con la tarjeta
  • Financiación rápida y accesible para autónomos y pymes
  • Sin comisiones de apertura, de mantenimiento ni de cancelación anticipada
  • Puedes disponer de tu línea o amortizar en cualquier momento sin costes adicionales
  • Se puede solicitar online en tan solo 2 minutos
  • El tipo de interés se ajusta al perfil de cada empresa y puede verse reducido tras un buen comportamiento de pago
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FINANCIACIÓN PARA TU NEGOCIO
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En este artículo te mostramos todo lo que necesitas saber sobre las tarjetas para autónomos: un producto financiero que aporta múltiples ventajas para tu trabajo diario.

Las ofertas existentes en cuanto a tarjetas para autónomo pueden ser muy diferentes entre sí. En principio, se debe distinguir entre una tarjeta de crédito y una de débito, puesto que son dos productos diferenciados, al igual que su utilización y sus condiciones.

En base a esto y otras características, a continuación, mostramos una guía para escoger la mejor tarjeta para autónomos.

¿Qué son realmente las tarjetas para autónomos?

Podríamos definir las tarjetas para autónomos a aquellas que tienen unas condiciones específicas para este segmento de la población. Se trata de un producto con unas características propias que lo hacen diferente y está reservado a este colectivo.

A la hora de diseñar la oferta, las diferentes entidades que emiten estas tarjetas suelen tener presente cuáles son las necesidades de los trabajadores por cuenta propia y ofrecen productos adecuados a ellas.

Las tarjetas para autónomos son productos financieros con unas condiciones especialmente diseñadas para este tipo de trabajadores.

En sí misma, una tarjeta bancaria es un producto de tesorería, imprescindible para gestionar los pagos. Es decir, las tarjetas para autónomos son, principalmente, un medio de pago. No obstante, además, pueden servir como instrumento de financiación cuando se trata de tarjetas de crédito.

Normalmente, sirven para hacer frente a los pagos del día a día, sustituyendo al dinero en efectivo. Hoy en día, es necesario contar con uno de estos productos financieros para una gestión eficaz de los gastos cotidianos del negocio o profesión.

Sin embargo, también puede darse el caso de que la tarjeta tenga una línea de crédito asociada. En este caso, se trataría de una tarjeta de crédito para autónomos. En realidad, son dos productos financieros diferentes.

Mientras las tarjetas de débito son un mero instrumento de pago, las tarjetas de crédito son un elemento de financiación. Se trata de dos productos diferentes.

¿Qué tarjetas bancarias necesito como autónomo: crédito o débito?

Es una buena pregunta, puesto que existe una diferencia sustancial entre ambos tipos de tarjetas y un autónomo puede precisar de ambos.

Partiendo de la base, una tarjeta para un autónomo suele ser un producto bancario, aunque también pueden contratarse con entidades financieras extrabancarias.

En las tarjetas intervienen varios elementos personales:

  • El propietario o la marca de la tarjeta: es el verdadero emisor de la tarjeta. Por poner unos ejemplos, puede ser Visa, Mastercard, etc. Estas marcas pueden emitir directamente las tarjetas, pero normalmente son los que establecen un acuerdo con otra entidad financiera que actúa como emisora.
  • El emisor: normalmente es una entidad financiera (normalmente bancaria, aunque puede ser extrabancaria) con la que se firma el contrato y se establece todo el entramado de derechos y obligaciones. Esta figura es la que define el funcionamiento y condiciones de la tarjeta. Es un caso muy común obtener una Visa autónomo contratada con una entidad financiera que actúa como emisor.
  • El titular: es la persona (física o jurídica) que contrata la tarjeta, firma el contrato con el emisor y hace uso de la misma. Merece la pena señalar que las tarjetas son expedidas a su nombre, suelen tenerlo grabado en la misma y sólo ellos están autorizados a utilizarla.

Así pues, es la entidad emisora la que define las condiciones de la tarjeta y el trabajador autónomo contrata con ella. En las mencionadas condiciones se define si es una tarjeta de débito para autónomos o una tarjeta de crédito para autónomos.

Tarjetas de débito para autónomos

La tarjeta de débito está asociada a una cuenta bancaria y, cada vez que se utiliza para realizar un pago, el importe se deduce de la misma inmediatamente. Si en la cuenta no existen fondos suficientes para realizar los pagos, la tarjeta de débito no puede ser utilizada.

Por consiguiente, una tarjeta de débito es puramente un instrumento de pago y es una tarjeta bancaria en todos los casos (sólo es un complemento de pago de la cuenta corriente del autónomo).

En primer lugar, la cuenta a la que está asociada debe ser una cuenta para autónomos y contar con las ofertas especiales que las entidades bancarias ofrecen a este colectivo. En esta oferta suelen incluirse las condiciones de la propia tarjeta de débito.

Entonces, lo más importante para contratar una tarjeta de débito para autónomos es encontrar una cuenta bancaria lo más adaptada posible a sus necesidades.

Lo principal para contratar una tarjeta de débito para autónomos es buscar y seleccionar una cuenta autónomos que tenga las condiciones que mejor se adapten a nuestras necesidades. Esto se debe a que ambos productos están ligados entre sí.

En todo caso, las tarjetas de débito para autónomos suele ser un producto beneficioso, como veremos posteriormente al tratar las ventajas e inconvenientes de estos productos.

Por lo pronto, debemos señalar que estos productos son útiles para realizar operaciones de efectivo (comprar, obtener dinero del cajero, etc.) en mejores condiciones y permiten una gestión más eficaz.

Tarjetas de crédito para autónomos

En este caso, la tarjeta tiene incorporada una línea de crédito. Es decir, puede utilizarse incluso sin tener saldo en la cuenta, dado que la entidad emisora concede un crédito al titular.

Como se puede suponer, se trata de un instrumento de financiación para el negocio de los autónomos y no simplemente un medio de pago.

Las tarjetas de crédito tienen otras condiciones y otros usos, puesto que no es un simple medio de pago (aunque necesitan una cuenta autónomos asociada para proporcionarles soporte).

Los cargos por la compra de bienes y servicios que se producen en la tarjeta de crédito para autónomos se acumulan en la línea de crédito durante un período de tiempo que queda establecido en el contrato. Normalmente, el período suele ser de un mes.

Al finalizar este período, el autónomo decide si paga en su totalidad el importe dispuesto o lo fracciona en cuotas mensuales (puede existir un mínimo pago establecido). En caso de aplazamiento, es decir, en caso de fraccionar el pago en cuotas, la tarjeta sí que actúa como verdadero instrumento de financiación y esta disposición de dinero devenga intereses.

Por el contrario, si se abona la cantidad dispuesta en su totalidad en la fecha de liquidación, no suele devengar intereses. Lo cual supondría un crédito para los autónomos de forma gratuita. Eso sí, un crédito a muy corto plazo.

Si se abona el crédito dispuesto en su totalidad cuando finaliza el período (que suele ser de un mes), las tarjetas de crédito no suelen devengar intereses y suponen una financiación gratis para el autónomo.

Existe un máximo de dinero que se puede disponer, esta cantidad sería la cantidad de crédito concedida. En el momento que se realiza un pago, se reestablece el crédito y el dinero pagado vuelve a estar disponible para el titular.

Suele ser una buena opción para los autónomos y pymes cuya facturación se produzca a final de mes y necesiten efectivo para para realizar compras relativas a su negocio en el día a día.

Sin embargo, debemos advertir que las tarjetas de crédito para autónomos son útiles para obtener financiación para autónomos a corto plazo. En otras palabras, son una fuente de financiación para los gastos operativos (los del día a día).

Utilizar este tipo de crédito para adquirir bienes y servicios duraderos es un error (existe otro tipo de financiación más acorde y con condiciones más adecuadas para estos casos). La financiación de pymes y autónomos debe gestionarse como es debido y utilizar el instrumento adecuado para cada caso.

Las tarjetas de crédito pueden tener comisiones por obtener efectivo del cajero automático. En síntesis, suelen ser menos operativas que las tarjetas de débito y se utilizan principalmente como medio para obtener financiación a corto plazo.

¿Cuáles son las mejores tarjetas para autónomos?

En muchas ocasiones, las condiciones de las tarjetas para autónomo vienen asociadas a la cuenta que se contrata. Estas serían las mejores ofertas de cuenta autónomos existentes en cuanto a la concesión de tarjetas.

La principal que destacamos es la de BBVA ya que cuenta con una Cuenta Negocios de BBVA proporciona una tarjeta de crédito y de débito sin coste.

Deutsche Bank

La Cuenta Profesional DB ofrece tarjetas gratis de crédito y de débito.

Cuenta Santander One Empresas

Tarjetas de crédito y débito sin comisiones.

Cuenta Profesional Bankinter

Tarjeta de crédito gratuita

Por otra parte, en cuanto a tarjetas de crédito. Estas serían algunas de las mejores ofertas existentes.

Tarjeta de crédito Oro de Winzik

  • Ofrece descuentos de hasta el 50% en una gran cantidad de tiendas y establecimientos.
  • TAE: 27,24%.
  • La primera compra incorpora un regalo de 25 €.

Tarjeta Mundo 123 del Banco Santander

  • Tarjeta gratis durante el primer año.
  • TAE: 12,68%.

Visa Oro ING

  • TAE: 15%.
  • Sin cuotas de mantenimiento.
  • Devolución de un 3% al repostar en Gasolineras Galp

Ventajas e inconvenientes de tener una tarjeta de autónomo

Estas serían las ventajas de las tarjetas, tanto de crédito como de débito, para los trabajadores autónomos:

  • Proporcionan soporte internacional. En el supuesto de que el autónomo deba viajar a cualquier parte, puede utilizar su tarjeta como medio de pago.
  • Las tarjetas para un autónomo o una pyme suelen tener un sistema de control y gestión de los gastos, con informes periódicos y una app que permite gestionar toda la operativa desde el teléfono móvil. De este modo, se facilita mucho el trabajo administrativo del negocio.
  • Tienen soporte multicanal, el autónomo puede realizar compras por teléfono, Internet, presencialmente, etc.
  • Incorporan seguros gratuitos, como pérdida, robo, accidentes o asistencia en el extranjero.
  • Suelen tener asociados descuentos en ciertos establecimientos (combustible, compras, etc.). Además de otras promociones.
  • Tienen un servicio de asistencia 24 horas, con fines de garantizar su bloqueo o resolver cualquier problema.

En cuanto a los inconvenientes, estos suelen venir derivados de su mala utilización. En particular cuando se trata de tarjetas de crédito, puesto que las tarjetas de débito no permiten realizar un gasto superior al dinero que se tenga disponible.

Abusar del crédito, utilizar la tarjeta durante todo el mes o descuidar los aspectos de seguridad (como anotar el PIN y dejarlo a la vista) son los mayores problemas que puede traer una tarjeta para autónomo.

Casos en los que utilizar una tarjeta de crédito para autónomo

La tarjeta de crédito para un autónomo permite el aplazamiento del pago de las compras hasta final de mes sin tener que pagar intereses.

Cuando se tiene cierta seguridad de que en esa fecha se recibirá una inyección de liquidez, es conveniente su utilización, siempre y cuando los gastos estén controlados y bien presupuestados (los intereses de estos productos suelen ser altos y las condiciones en caso de impago son más incisivas).

De esta forma, el trabajador autónomo no tendrá que comprometer sus propios fondos en los gastos operativos inherentes al negocio.

Por otra parte, también proporciona un colchón de seguridad. Ante cualquier accidente o imprevisto, el autónomo estará preparado debido a que siempre puede utilizar su tarjeta de crédito para financiar una compra concreta (y aplazar su pago). Del mismo modo que, si surge algún problema con la facturación o la entrada de ingresos, siempre puede liquidar el crédito dispuesto mediante cuotas mensuales (aunque en este caso deberá pagar intereses).

Del mismo modo, supongamos que tiene que hacer frente a un recibo y no tiene saldo en cuenta suficiente para ello. La tarjeta de crédito permite realizar traspasos del saldo de la línea de crédito a la cuenta corriente.

Son varios los supuestos en los que una tarjeta de crédito para autónomo puede ser útil en la práctica.

Cuándo usar una tarjeta de débito

Las tarjetas de débito permiten una operativa al contado en condiciones más ventajosas que las de crédito. Suelen tener menos comisiones y es recomendable su uso cuando lo que se pretenda realizar es una operación de pago sin más (no a crédito).

Permiten al trabajador autónomo no tener que llevar dinero en efectivo, sin posibilidad de que lo extravíe o se produzca un hurto en el ejercicio de su trabajo.

La tarjeta de débito para autónomos son una alternativa eficaz. Las transacciones quedan reflejadas y será más sencillo realizar posteriormente el trabajo administrativo y todo lo relativo al aspecto fiscal del negocio; permiten un mejor control. las consultas y gestiones se realizan en la cuenta bancaria asociada.

Las tarjetas de débito para autónomos permiten una gestión más eficaz de los pagos que se realizan al contado.

Qué tener en cuenta antes de contratar una tarjeta bancaria para autónomos

Una tarjeta para autónomo es uno de los productos ofrecidos por diferentes entidades bancarias. Las ofertas en cuanto a requisitos y condiciones vienen definidas en función de la política comercial de cada uno de estos emisores.

A la hora de contratar un producto financiero se debe partir de cuáles son las necesidades que necesitamos cubrir y cuál es el que mejor se adapta a las mismas. Es necesario abordar un proceso de búsqueda, selección y, llegado el caso, negociación con las entidades. Por este motivo, en Credexia te ofrecemos la información oportuna sobre las mejores ofertas del mercado con nuestro comparador.

En el caso de las tarjetas bancarias para autónomos, el usuario debe tener presente una serie de factores que le ayudarán a seleccionar el mejor producto, en base a sus necesidades.

Requisitos para tener tarjetas para autónomos y pymes

Como norma general, las entidades bancarias suelen ofrece tarjetas de crédito y débito pensando en pequeños negocios, tanto financiación para pymes como financiación para autónomos. Sin embargo, una cuenta autónomos está diseñada para una persona física, al igual que las tarjetas que pueda tener asociadas.

En condiciones normales, para acceder a una tarjeta de débito no suele ser necesario más que tener una cuenta corriente (se entiende que debe ser una cuenta para autónomos o pymes, con sus características y condiciones específicas).

Este tipo de productos no representa riesgo para las entidades bancaria, dado que no tiene asociado ningún tipo de crédito. Así pues, no es necesario ningún estudio de solvencia previo.

Caso distinto es intentar conseguir una tarjeta de crédito. Como se ha expuesto anteriormente, este producto representa una línea de financiación y no un mero mecanismo de pago. Por lo tanto, las entidades bancarias suelen solicitar una serie de documentación para realizar un estudio de solvencia y capacidad de devolución.

Los requisitos para conseguir una tarjeta de crédito están en acorde con los exigidos para cualquier otro producto de financiación y son los siguientes.:

  • Ser mayor de edad. Se presupone, puesto que para ser trabajador autónomo se debe tener plena capacidad de contratación.
  • Una cuenta bancaria asociada, al igual que sucede con las tarjetas de débito, se debe tener un producto bancario que les dé soporte.
  • Regularidad y estabilidad en los ingresos.
  • No tener impagos ni figurar en un fichero de morosos (el conceder financiación a aquellos que tienen deudas impagadas no suele ser la política bancaria).
  • No tener una gran cantidad de deudas, incluso pagadas (cuantas más cargas financieras se tengan, menor es la capacidad de devolución del crédito).

Los requisitos para conseguir una tarjeta de crédito para autónomos son más estrictos, debido a que este producto representa un riesgo para la entidad emisora.

Documentación necesaria

Por otra parte, la documentación que suelen requerir los bancos para estudiar el caso y conceder una tarjeta de crédito para autónomos es la siguiente:

  • Una fotocopia del DNI.
  • Última declaración del IRPF.
  • Últimos recibos que justifiquen el pago de la cuota mensual de la Seguridad Social en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
  • Modelos trimestrales del IVA y el IRPF, así como el resumen anual.
  • Vida laboral (para demostrar la antigüedad que se tiene ejerciendo la profesión como trabajador autónomo).
  • Últimos recibos de las cuotas de todos los préstamos (con fines de valorar el volumen de deuda existente).
  • Extractos bancarios que demuestren si se tiene capacidad de ahorro.

Intereses

Los intereses, como se ha comentado unos párrafos más arriba, únicamente se devengan en el caso de las tarjetas de crédito y cuando se aplaza el saldo dispuesto (no se abona la totalidad al finalizar el mes).

En todo caso, debido a que las condiciones pueden ser dispares en función de la oferta, es una buena decisión tener este factor presente a la hora de contratar una tarjeta para autónomo. Se debe leer con atención esta cláusula antes de firmar el contrato y, en caso de duda, preguntar a la entidad bancaria emisora de la tarjeta.

Además de los intereses devengados en caso de aplazamiento de pago, hay que prestar atención a los que puedan surgir como consecuencia de posibles retrasos en los pagos (intereses de demora).

Para atender a los intereses se establecen dos indicadores:

  • TIN (Tipo de Interés Nominal): es el porcentaje que se cobra sobre el saldo dispuesto durante un período de tiempo determinado (puede ser anual, trimestral, mensual, etc.).
  • TAE (Tasa Anual Equivalente): es un indicador más completo y las entidades tienen la obligación de mostrarlo en la contratación. Se trata de una fórmula matemática que tiene en consideración el TIN, la frecuencia de los pagos y otros gastos. Esta fórmula permite comparar los intereses entre diferentes productos.

Comisiones

Uno de los factores más relevantes a la hora de buscar, seleccionar y contratar una tarjeta para autónomos son las comisiones que se aplican. El coste que suponen las comisiones suele tener mayor impacto que el propio de los intereses.

Básicamente, las tarjetas bancarias tienen dos tipos de comisiones principales:

  • Comisión de emisión: es la relativa por crear y entregar la tarjeta.
  • Comisión de mantenimiento: es una de las más perjudiciales, puesto que se aplica periódicamente por la utilización del producto y poder mantenerlo activo.

Debemos reseñar que existen tarjetas de crédito gratis y tarjetas de débito sin coste, aquellas que suprimen estos dos tipos de comisiones.

Sin embargo, también existen otro tipo de comisiones en las tarjetas bancarias, aunque estas tienen una menor incidencia:

  • Comisión por solicitar una tarjeta extra para otro titular y con cargo a la misma línea de crédito o cuenta corriente.
  • Comisión por aplazamiento de las compras.
  • Comisión por expedir un duplicado en caso de pérdida o robo de la tarjeta.
  • Comisión por cambio de divisa.
  • Comisión por reclamar las posiciones deudoras que puedan darse.
  • En el caso de las tarjetas de crédito, no es infrecuente que se aplique una comisión por obtener efectivo del cajero o realizar una transferencia desde la línea de crédito a la cuenta de autónomos.

Todas las comisiones son negociables, incluyendo las de las tarjetas bancarias para autónomos.

Vinculaciones y otros costes

Las vinculaciones suponen algún tipo de contratación de otro producto financiero con la entidad para acceder a la tarjeta bancaria para autónomos o conseguir mejores condiciones en la misma.

Suele ser más común ver este tipo de contrapartidas en el caso de las tarjetas de crédito. Este tipo de productos son más complejos y, como representan un riesgo para la entidad emisora, pueden pedir algún tipo de compromiso por parte del cliente.

Así pues, pueden ser de muchos tipos, desde la contratación de un seguro asociado hasta la domiciliación de recibos en la entidad bancaria.

La cuestión a tener presente es si realmente se necesita el producto vinculado, si el coste del producto financiero exigido compensa los beneficios que producen al usuario y si es un requisito indispensable o cabe una negociación sobre las vinculaciones.

¿Te ha quedado alguna duda sobre las tarjetas para autónomos? Consúltanos sin compromiso, nuestro equipo de expertos podrá asesorarte para tomar la mejor decisión en tu caso concreto.