Entre las muchas opciones a la hora de comprar un inmueble está la posibilidad de adquirir un piso en una subasta. Si bien es cierto que suele haber poca información al respecto, son muchos los inmuebles que, finalmente, salen a subasta y lo hacen con un precio más económico con respecto al mercado. En este artículo te contamos todo cómo funcionan los pisos embargados en subastas.
¿Qué son las subastas inmobiliarias?
La subastas inmobiliarias se basan en ofrecer pisos embargados, pero en subasta. Son pisos generalmente de entidades financieras con distintas procedencias. Un ejemplo puede ser el de una entidad que subasta un inmueble del cual su propietario no ha hecho frente al pago de su hipoteca o el propio piso ha hecho las veces de aval.
Debido a este incumplimiento, la entidad financiera pasa a ser la propietaria del inmueble y lo pone a la venta para obtener liquidez. Y lo hace en la modalidad de subasta, ya que es posible subastar cualquier inmueble que esté hipotecado.
Pero no solo los bancos pueden subastar un inmueble. También es posible subastar un inmueble que ha sido embargado y vinculado a una deuda que se reclama de manera judicial. Por ejemplo, un demandante solicita a un juzgado el recobro de una deuda mediante la subasta de unos bienes que han sido hipotecados o embargados a la parte demandada. El juzgado puede acordar la celebración de una subasta sobre ese inmueble y esto se publica en el BOE.
Además, no solo se puede subastar pisos, sino que puede ser terrenos, locales, oficinas, chalés, plazas de garaje…
¿Cómo funciona la subasta de pisos embargados?
En la mayoría de casos, las subastas se celebran de manera online. Por ejemplo, los inmuebles que son embargados están a cargo de los estamentos públicos y tienen una web para subastar de manera online y poder llegar a un mayor público. Los inmuebles de los bancos también se subastan online a través de distintos portales.
Cualquier persona física o jurídica puede acceder a una subasta de este tipo. No hay restricciones de ningún tipo. Eso sí, para acceder a ella se debe depositar un 5% del importe de salida como señal. Y también se requiere conseguir una financiación previa que pueda demostrar que se es un comprador fiable y seguro.
Una vez se han cumplido estos dos requisitos, ya se puede pujar por el inmueble durante los siguientes 20 días, aproximadamente:
- El mayor postor consigue el inmueble y tiene un plazo de otros 20 días para hacer el pago del total.
- Si no lo hace, pierde la entrada y el inmueble volverá a ser subastado.
Ventajas e inconvenientes
Una de las principales ventajas de estas subastas es el precio final del inmueble. Todo dependerá de cómo transcurra la subasta, pero puede haber rebajas de entre el 40 y el 65% sobre el precio actual del mercado. Por lo que la oportunidad es muy buena para conseguir un piso a un precio bajisimo.
La otra cara de la moneda es que, normalmente, no puedes ver por lo que estás pujando. Ni si tiene alguna deuda asociada con la comunidad o algún impuesto sin pagar. O si vive alguien actualmente en el piso. Sí puedes hablar con los vecinos, por si tuvieran alguna información. O pedir una nueva nota simple en el Registro, para comprobar si tiene alguna deuda impositiva o de la comunidad de vecinos. El portal de subastas del BOE publica toda la información registral del inmueble, pero no da muchos más datos.
Los pisos embargados que salen a subasta son una muy buena oportunidad de conseguir un piso a un precio muy bajo. Aunque el procedimiento puede resultar algo engorroso, y puede conllevar algún riesgo comprar algo sin saber cómo es o si tiene deudas, la rebaja obtenida puede superar con creces a los inconvenientes. ¿Tienes más dudas al respecto? Contacta con nuestro equipo y te informaremos.
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