Hoy en día casi todo el mundo tiene contratado algún producto financiero o de inversión como una hipoteca, un préstamo o un depósito de ahorro.
Esto es algo normal ya que, muchas veces, necesitamos que el banco nos preste su dinero para poder hacer frente a un gasto elevado o sacar rentabilidad a nuestros ahorros.
Sin embargo, devolver el dinero al banco tiene un precio. Por norma general, solemos hablar de comisiones o intereses que hay que devolver al banco pero, ¿realmente sabemos en qué consisten?.
Uno de los principales índices del cual dependen los intereses es la Tasa Anual Equivalente: TAE. Seguro que has oído hablar de ella. Aunque seguramente no sepas qué es el TAE, ni cómo funciona.
Por eso te lo vamos a explicar.
¿Qué es el TAE?
La TAE es un índice o una tasa que se utiliza para determinar el coste y el rendimiento que tienen los productos financieros: hipotecas, préstamos, fondos de inversión etc. Por eso, muchas personas se fijan en este índice a la hora de contratar alguno de estos productos bancarios.
La TAE se calcula mediante una fórmula matemática que tiene en cuenta varios factores: el tipo de interés anual, el plazo de la operación y las comisiones bancarias.
Cuando se trata de productos de financiación, la TAE tiene en cuenta las comisiones de apertura y de cancelación.
En el caso de los productos de ahorro, como los depósitos, recoge las liquidaciones de pago y, si es posible, las comisiones establecidas en un periodo de tiempo menor a un año.
Cuando te preguntes qué es el TAE, es el indicador más fiable a la hora de comparar productos de préstamo o de ahorro. Es el índice que nos muestra el coste real o el beneficio que vamos a obtener por su contratación.
¿Para qué sirve la TAE?
Para responder a esta pregunta, hay que diferenciar las funciones del TAE entre los productos de inversión y los productos de financiación.
TAE en productos de financiación
Aquí daremos respuesta a qué es la TAE de un préstamo o qué es la TAE de las hipotecas.
En estos casos, la TAE indica la cantidad de dinero total que vamos a tener que pagar. Aunque siempre hablamos de intereses brutos, ya que no se tienen en cuenta los impuestos fiscales.
En el caso de los productos de financiación, la TAE nos dice la cantidad de intereses que vamos a tener que pagar teniendo en cuenta tanto las comisiones bancarias (apertura, cancelación etc.), así como la duración del préstamo y su periodicidad.
TAE en productos de inversión
En este caso, nos referimos a los depósitos y fondos de ahorro. Aquí la TAE trata de indicarnos la cantidad de dinero que obtendremos si invirtiéramos de nuevo; la rentabilidad obtenida al interés inicial.
En ambos casos, también hay otro indicador que deberemos tener en cuenta que es el TIN, la Tasa de Interés Nominal. Además, siempre debemos comparar los productos que sean del mismo periodo de tiempo. Independientemente de si hablamos de un préstamo o de un depósito.
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Cómo utilizar la TAE a nuestro favor
Aunque ya sepas para qué sirve la TAE o qué indica en cada caso, es necesario que sepas cómo debes utilizarlo en tu beneficio.
Con estos consejos podrás encontrar las mejores condiciones, tanto para financiación como para invertir tus ahorros:
- La TAE es una tasa anual, pero existen otros tipos de intereses nominales que hacen referencia a periodos más cortos.
- Solo debemos fijarnos en la TAE cuando estemos comparando productos a un mismo periodo de tiempo, sino no tendría sentido.
- Hay que comparar productos similares. No podemos comparar la TAE de un préstamo con un interés fijo que uno que tenga un interés variable. Ya que, en el caso de los productos que están expuestos a intereses variables, pueden ir cambiando a lo largo del tiempo, y no serviría de nada compararlos con un producto a tipo fijo.
- Cuando hablamos de préstamo hipotecarios no solo debemos de fijarnos en la TAE, aunque esta también nos dará bastante información. Debemos tener en cuenta otros factores que se recogen en las hipotecas.
- No intentes calcular por tu cuenta la TAE de todos los productos bancarios que te interesen. Para eso nuestras calculadoras te ayudarán a hacerlo rápidamente.
- Fíjate en los plazos de amortización de un préstamo. Puede que la TAE sea mejor o peor dependiendo de este factor. Sobre todo en el caso de las hipotecas hay que tenerlos en cuenta.
El TAE es un índice muy importante y sencillo de entender. Además, puede ser muy útil a la hora de comparar los diferentes productos bancarios, incluso cuando queremos valorar opciones de diferentes entidades.
Sin embargo, analizar bien todas las condiciones a veces puede resultar una tarea complicada, por eso te recomendamos que siempre cuentes con la opinión de un experto.
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