A veces puede que nos surjan imprevistos que hagan que nuestra situación económica se complique de forma significativa. Esto puede suponernos grandes dolores de cabeza, sobre todo si tenemos que pagar la hipoteca o el préstamo del coche.
Sin embargo, existen soluciones que el banco pone a nuestra disposición en el caso de que esta situación se dé.
Al igual que en el caso de las hipotecas podemos solicitar una moratoria hipotecaria, también existe el periodo de carencia en el caso de los préstamos.
Si no has oído aún hablar sobre el periodo de carencia de un préstamos o quieres saber si puedes solicitarlo, no te preocupes. En este post hablaremos no solo de qué es el periodo de carencia de un préstamo, si no también de qué tipos existen y de cuándo conviene solicitarlo.
Periodo de carencia de un préstamo ¿Qué es?
Cuando hablamos de un periodo de carencia, debemos entender primero el significado de la palabra carencia bancaria puesta en el contexto financiero.
Se trata de una pausa que se le da a una de las partes del acuerdo financiero para estar exento de cumplir sus obligaciones durante un tiempo determinado.
Por norma general, se suele aplicar a aquellos clientes que por determinadas circunstancias no pueden hacer frente a sus préstamos o sus hipotecas y necesitas esta pausa. La carencia puede aplicarse de forma total o parcial; esto siempre dependerá del acuerdo al que se haya llegado entre ambas partes.
Tipos de carencia en préstamos
La carencia bancaria se suele aplicar a préstamos de un importe elevado, como suele ser una hipoteca o un préstamo que hayamos sacado para comprar un coche o montar una empresa.
Cuando solicitamos que se nos aplique un periodo de carencia a un préstamos puede que estemos exentos de pagar los intereses o que estemos exentos de pagar por completo las cuotas mensuales, durante un tiempo determinado.
El periodo de tiempo que se estipule sobre una carencia bancaria puede ser a corto plazo, si el cliente necesita salir de un apuro económico concreto, o de mayor duración si se trata de un problema grave económico que imposibilita el pago a largo plazo.
Según estas características, podemos distinguir dos tipos de periodo de carencia de un préstamo:
- Carencia de amortización: también se denomina carencia parcial. Se da cuando el adeudado solo tiene que pagar la parte que corresponde a la cantidad de adeudo y se paralizan los intereses de amortización.
- Carencia total: se paraliza por el completo el pago de la deuda. No se tiene en cuenta ni el capital ni los intereses.
Las condiciones del periodo de carencia de un préstamo siempre pueden variar en función de la entidad bancaria, por eso siempre es recomendable informarse sobre la política de actuación de nuestro banco en estos casos.
Por normal general el período de carencia de un préstamo suele durar entre uno y tres meses. Aunque siempre se puede alargar dependiendo de las circunstancias del cliente.
Cuándo solicitar un periodo de carencia de un préstamo
Es importante que entiendas que pedir una carencia bancaria es una solución para cuando realmente no tenemos los ingresos necesarios para hacer frente a una deuda. No debemos intentar engañar al banco y solicitarlo cuando no sea necesario, ya que esto puede conllevar serios problemas.
El periodo de carencia se solicita cuando tenemos una falta de liquidez que nos lleva a una situación de emergencia financiera. La carencia bancaria nos permitirá ganar un tiempo extra para recuperarnos como una especie de desahogo económico.
Inconvenientes de la carencia bancaria
Hay que tener en cuenta que no todo son ventajas, ya que los banco no van a regalarnos nada. Los intereses de la amortización se seguirán acumulando y el plazo de devolución del préstamo puede que se alargue.
Por eso, si lo que necesitas es conseguir liquidez de manera rápida y crees que vas a poder solucionar esta pequeña crisis económico rápidamente, puedes solicitar un mini préstamo para tener liquidez hasta que se solucione tu bajada económica.
En cualquier caso, primero siempre es mejor pensar y analizar las opciones que tenemos a nuestro alcance,para asegurarnos de que estamos escogiendo la mejora alternativa. Sobre todo cuando hablamos de situaciones económicas difíciles.
Si no sabes por dónde empezar, en Credexia podemos ayudarte. Disponemos de una gran red de información y un equipo profesional preparado para asesorarte sobre las opciones que más te convienen. Siempre teniendo en cuenta la situación económica en la que te encuentres.
No dudes en contactarnos y juntos conseguiremos solucionar cualquier problema económico que se te presente.
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