¿Sabías que, de media, un hogar español invierte 1500 euros al año en facturas energéticas? Pero si se toman una serie de sencillas medidas, es posible ahorrar hasta la mitad de esta cifra. En este artículo, te explicamos cuáles son estas acciones y cuánto ahorro energético y económico pueden llegar a suponer cada una.
Cambiar de hábitos para conseguir ahorrar energía
Que el cambio real está en los pequeños gestos es algo que podemos aplicar a muchos niveles de nuestra vida. Pero cuando hablamos de ahorrar energía, un cambio de hábitos puede repercutir tanto a nuestra economía personal como a la salud de nuestro planeta.
Hemos escuchado toda la vida que los recursos de la Tierra no son infinitos, pero hasta hace muy poco no se ha empezado a crear una conciencia real al respecto. Por ejemplo: si no lo remediamos pronto, no habrá agua para todos este mismo siglo XXI. Por esta razón, es fundamental que todos y cada uno de nosotros empecemos a darle al agua y al resto de energías no renovables el valor que tienen realmente.
Es cuestión de detalles, pero la suma de todos ellos pueden hacer un gran favor a nuestro bolsillo y, como hemos dicho, al planeta. Algunas ideas para empezar, a coste cero y con retorno inmediato:
- Usa el lavavajillas en vez de fregar a mano: siempre con la carga bien llena y, a poder ser, usando el modo eco.
- No uses el inodoro como basura: tira de la cadena solamente cuando sea necesario.
- No dejes los electrodomésticos en stand-by: te ahorrarás alrededor de un 10% de todo lo que consumes si apagas bien tus aparatos electrónicos.
- Siempre que puedas, evita usar la secadora: consume una gran cantidad de energía, ¡secar tu ropa al sol es mucho mejor opción!
Monitorizar los gastos = reducir las facturas
Siempre que alguien se propone una meta de ahorro, se recomienda empezar por una monitorización de sus gastos para tomar las riendas de su economía. En el caso del ahorro energético en el hogar, ¿por qué no hacer lo mismo?
Existen contadores que podemos instalar a un precio muy reducido que nos ayudarán a controlar el uso que le damos a la energía y, así, poder tomar conciencia de ello para trabajar en el cambio. Si no sabemos cuánto gastamos, es muy complicado mejorar esas cifras.
Por otro lado, también es de lo más útil instalar termostatos y otro tipo de dispositivos que controlan el encendido y apagado de nuestras instalaciones o electrodomésticos. Tomar este tipo de decisiones nos puede permitir que, con una pequeña inversión, lleguemos a ahorrarnos más de 300 euros anuales en facturas.
Realizar mejoras en el aislamiento
¿Sabías que casi el 50% de nuestras facturas energéticas están relacionadas con mantener una temperatura agradable en nuestro hogar? La calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano comportan un consumo enorme, así que si buscamos reducir estas facturas será fundamental que nuestro hogar esté bien aislado.
- Usar sistemas de doble cristal o doble ventana, evitando que el calor se escape. También se recomienda el uso de burletes para taponar la entrada del aire.
- Ser conscientes de la orientación de nuestro hogar y aprovechar las horas de sol con las persianas abiertas (si buscamos que la temperatura sea más cálida) o cerradas (si pretendemos que el interior se conserve más fresco).
- Instalar toldos para que la luz solar no recaiga directamente sobre nuestros muros.
Estos trucos te comportarán hasta un 25% de ahorro energético, que se traduce en hasta 375 euros menos en facturas cada año.
Modernizar instalaciones y usar energías renovables
Finalmente, en el caso de que puedas invertir en algunos cambios en el hogar para ahorrar más a largo plazo, nuestras recomendaciones son las siguientes:
- Haz uso de las nuevas tecnologías y confía en los electrodomésticos inteligentes para economizar recursos.
- Revisa tus instalaciones y, sobre todo antes del otoño, asegúrate de que la caldera funciona correctamente. ¡Te podrás ahorrar un 15% anual si todo funciona bien!
- Si te estás planteando un cambio más importante, apuesta por las energías renovables: energía solar térmica, calderas de biomasa, energía fotovoltaica o eólica… vivir de forma más sostenible es cada vez más común y, su aplicación, de lo más sencilla.
Si después de leer este artículo sigues teniendo dudas sobre cuáles son las mejores formas de conseguir un buen ahorro energético en el hogar, no dudes en contactar con el equipo de Credexia. ¡Estamos aquí para lo que necesites!
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