En los dificultosos tiempos que corren puede ser que, si gozamos de una buena situación económica, nos veamos en la situación de que un ser querido nos pida dinero prestado. Hoy te contamos cómo prestar dinero a un amigo o familiar sin que este préstamo pueda causar problemas entre nosotros.
Cinco consejos para prestar dinero a un amigo
Si te estás planteando seriamente prestar dinero a un amigo o familiar, te aconsejamos que sigas estas pautas:
- Considerad otras opciones
Paradójicamente, antes de llevar a cabo el préstamo, primero debes pensar en alguna forma de ayudarlo que no implique llevarlo a cabo.
¿Puedes conseguirle más barato lo que necesita comprar de forma que pueda permitírselo? ¿Puedes dejarle aquello que necesita comprar? El dinero no tiene por qué ser siempre la única opción y si puedes ahorrarte el préstamo, mejor.
- Presta únicamente la cantidad que puedas perder
Se supone que si es una persona de confianza debería devolverte la cantidad que le prestes, pero desgraciadamente la vida da muchas vueltas y no puedes fiarte al 100%. Así que presta sólo una cantidad que puedas perder sin ver seriamente afectado tu bienestar financiero.
- Déjale claras tus expectativas
Déjale claro cuándo y cómo quieres que te devuelva el dinero prestado. Traza un detallado plan de pagos con calendario y plazos límite y habla con el prestatario en cuestión cómo lo haréis si algo sale mal y no puede cumplir los plazos establecidos de pago.
- Pon el préstamo por escrito
Para tener más garantías de que el dinero venga de vuelta, podéis formalizar el contrato por escrito. No hace falta que acudáis a un abogado o a un notario si no queréis, aunque si quieres estar 100% seguro de que tu dinero vuelva y tienes dudas de la otra persona, puedes hacerlo.
En el contrato, deben aparecer los siguientes datos como mínimo:
- Nombre, DNI y domicilio del prestatario
- Nombre, DNI y domicilio del prestamista
- Cantidad de dinero que se presta
- Tipo de interés (normalmente, en los préstamos entre conocidos suele ser del 0%, pero puedes aplicarle algún porcentaje si lo deseas).
- Plan de devolución. Puede ser con plazos fijos como los de los bancos, pero también puede establecerse en relación a otros criterios económicos de renta, rentabilidad, etc.
En este contrato también deberás indicar explícitamente cómo se va a proceder si se incumple alguno de los plazos del préstamo, es decir, si en este caso se van a aplicar intereses de demora o cómo se reclamará la deuda en caso de impago.
Es importante hacer este contrato ya que, además que es el mejor modo de dejar claras las condiciones del préstamo, es la mejor forma de documentar la operación ante Hacienda, en caso de que os llamaran la atención.
- Recuerda sus obligaciones al prestatario
Si la persona a la que le has prestado dinero no cumple con su obligación de devolverte el dinero en los plazos establecidos, no tengas reparo en recordárselo. Haz que el deudor tenga claro que estás pendiente y que monitoreas los pagos.
¿Hay alguna alternativa?
Si no las tienes todas contigo y sientes que necesitas más garantías, hay una opción intermedia por la que podéis optar. Nos referimos a un préstamo pignoraticio.
Este tipo de préstamo consiste en un préstamo bancario en el que nosotros pondremos como garantía del préstamo un depósito por un importe idéntico. El banco cobrará el préstamo como cualquier otro y, en caso de que haya un impago, podrá ejecutar la garantía cancelando el préstamo restante contra el depósito.
Además de darnos mucha más seguridad, en caso de que nos ejecutaran el préstamo y perdiéramos todo o parte del depósito, podríamos hacer uso de los documentos del banco y de las acciones judiciales del mismo contra el deudor, ya que quedaríamos subrogados en su posición.
Si estás pensando en prestar dinero a un amigo y necesitas asesoramiento, contacta con nosotros. Nuestro equipo de profesionales está a tu disposición para cualquier consulta de tipo económico.
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