Si cuando se va acercando fin de mes empiezas a sentir esa preocupación por que no aparezca ningún gasto inesperado, es que no estás organizando bien tu contabilidad doméstica. Tanto si tienes un objetivo fijo como si simplemente quieres llevar una vida sin ansiedad ni sobresaltos económicos (dentro de lo posible), estos consejos van a serte de gran utilidad.
¿Por qué invertir tiempo en mi contabilidad doméstica?
La contabilidad doméstica, también conocida como economía del hogar, es el término que se usa para definir el control de gastos e ingresos de tu familia o casa. Invertir tiempo en ello significa invertir en tu futuro, en tu tranquilidad y, además, es una forma de ahorrar dinero.
Tanto si vives solo como si eres parte de una familia, tanto si buscar llegar a un objetivo de ahorro para comprarte una casa o un coche, como si simplemente quieres tener la seguridad de que no estás gastando más de lo que tienes… llevar un buen control de tu economía familiar sólo puede ofrecerte ventajas.
Si cuando llegas a final de mes te preocupa no poder afrontar todos los gastos que se acercan, es la hora de organizar tus gastos realizando un presupuesto familiar.
Cómo llevar una contabilidad doméstica impecable
La clave para llevar una buena contabilidad doméstica está en conocer con máxima exactitud tu situación económica y en seguir al pie de la letra los objetivos y límites que te marques. Nuestros consejos para que tu contabilidad doméstica sea impecable son:
- Realiza un presupuesto familiar lo más realista posible. Haz una radiografía de tus gastos e ingresos teniendo en cuenta cuatro puntos esenciales: suma los ingresos familiares actuales y futuros, calcula los gastos mensuales medios, resta tus gastos a los ingresos y, en caso de salir negativo, estudia en qué puedes ahorrar.
- Usa un método de éxito para elaborar tu presupuesto familiar: hay métodos conocidos por su efectividad a la hora de gestionar la economía del hogar, como por ejemplo el método japonés Kakebo. Su funcionamiento es muy simple: apunta cada día en qué gastaste tu dinero, dividiendo los gastos en cuatro categorías: fijos, ocio, cultura y extras. A final de mes podrás ver claramente en qué apartado deberías empezar a recortar.
- Plantearse un objetivo de ahorro siempre será más estimulante. Si consigues sanear tu economía familiar y llegar a ahorrar una parte de tus ingresos mensuales, te sentirás más motivado y seguirás sin problemas tu propio presupuesto. Si te cuesta mucho llegar a ahorrar algo a final de mes también puedes abrir una cuenta de ahorro e ingresar una cantidad nada más empezar el mes. De esta forma, no tendrás excusa para no ahorrar.
- Crea un fondo de emergencia para posibles imprevistos. En cualquier momento puedes necesitar una cantidad de dinero que no tenías planeada para una reparación o una emergencia. Investiga qué productos financieros te ofrecen la mejor rentabilidad sin reducir tu liquidez y así, si llega el día en que necesites recuperar ese fondo, ¡tendrás más dinero del que recordabas!
- Usa una app o programa para la contabilidad doméstica. En los últimos años han aparecido una gran cantidad de herramientas para llevar tu contabilidad doméstica sin tener que usar Excel. Algunas de las apps con más éxito son Wallo, Fintonic o MoneyWIz. Investiga un poco y encontrarás la que mejor se ajuste a tus necesidades.
Sigue nuestros consejos y te será mucho más fácil llevar una economía doméstica impecable. Esta será sin duda tu mejor herramienta si necesitas sanear la economía familiar.
Si te interesa recibir más información y consejos sobre cómo mejorar tu contabilidad doméstica, en Credexia contamos con un equipo de profesionales que estarán encantados de ayudarte. No dudes en contactarnos, puedes contar con nosotros siempre que lo necesites. ¡Nos encargaremos de buscar, comparar y encontrar la mejor solución para ti!
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