ITP se corresponde con las siglas de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Pero, ¿qué es el ITP exactamente y cómo puede afectar a la compra o alquiler de una vivienda?
Seguramente habrás oído hablar del ITP, pero no tienes del todo claro como te puede afectar para los casos en los que quieras hacerte con una vivienda (ya sea mediante compra o alquiler). ITP es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y grava precisamente eso, la transmisión entre particulares de cualquier bien usado (además de otros hechos imponibles que veremos a continuación).
No es extraño perderse en todo el complejo proceso que conlleva comprar una vivienda. Uno de los trámites a los que se debe hacer frente es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) si no se quiere tener problemas con la Agencia Tributaria.
Para el caso de la vivienda, el ITP afecta a la compraventa, el alquiler y la formalización de la posible hipoteca (puesto que supone un Acto Jurídico Documentado). Aunque, actualmente, según la nueva Ley Hipotecaria, son los bancos los que deben hacerse cargo con los gastos de la hipoteca (excepto los gastos de tasación).
A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el ITP de una vivienda.
¿Qué es el ITP o Impuesto de Transmisiones Patrimoniales?
Como su nombre indica, se trata de un tributo. En realidad, se denomina Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (se le conoce como ITP) y grava los siguientes hechos:
- Las transmisiones del patrimonio a título oneroso.
- Las operaciones corporativas de una sociedad mercantil (por ejemplo, las ampliaciones de capital, fusiones, disolución, etc.).
- Los actos jurídicos que exijan ser documentados (como los documentos notariales, mercantiles o administrativos que deban ser formalizados).
Traducido: si queremos comprar un bien usado, ya sea mueble o inmueble, deberemos pagar este impuesto, debido a que se trata de una transmisión patrimonial entre dos partes y no está sujeta a IVA.
El ITP es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, se paga a la Agencia Tributaria cuando se pretende transmitir un bien de segunda mano entre particulares
Así como, al formalizar la compraventa de una vivienda o una hipoteca, también se deberá formalizar mediante escritura pública y supone un acto jurídico documentado.
Se trata de un impuesto directo. Su base imponible es el valor del bien objeto de transmisión (o de la operación societaria). El tipo que se aplica (el porcentaje) y que define el montante del ITP depende de la Comunidad Autónoma en la cual se produzca la compraventa.
¿Cómo afecta a la vivienda?
El ITP no sólo afecta a la compra de una vivienda, también se paga cuando pretendemos alquilarla.
En el caso de una compraventa de vivienda, se paga el ITP cuando se transmite el bien de segunda mano, entre particulares (por supuesto, a título oneroso) y es un inmueble de segunda mano. En este caso, no se paga IVA. Es este tributo el que se aplica.
El ITP afecta a la compra y al alquiler de la vivienda
Para el supuesto de un alquiler de la vivienda, únicamente se paga el ITP a la hora de firmar el contrato de alquiler. Aquí se toma como base imponible la renta mensual y la duración del contrato.
¿Quién paga el ITP?
A la persona que paga un impuesto se le llama el sujeto pasivo. En el caso de la compraventa de una vivienda, el sujeto pasivo del ITP es aquel que queda con él. Es decir, el que ostenta el derecho a su uso. Lo mismo se aplica para el alquiler (es el arrendatario el sujeto pasivo).
En otras palabras, el que está obligado a pagar este impuesto es el que compra o alquila la vivienda.
El sujeto pasivo del ITP es aquel que tiene derecho de utilización del bien: el comprador o arrendatario
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¿Cuándo y dónde se paga el ITP?
Según la normativa, se tienen 30 días hábiles desde el momento de formalizar el contrato de compraventa o alquiler de una vivienda para liquidar este impuesto.
Es importante tener este apunte presente para evitar posibles sanciones e intereses de demora por parte de la Agencia Tributaria.
Se debe liquidar en la oficina de Hacienda del territorio donde esté ubicado el inmueble. Al acudir a la Delegación de Hacienda, deberás presentar la siguiente documentación (además del importe para pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales):
- DNI o CIF.
- Copia del contrato o escritura pública (si es una compraventa).
- Modelo 600, 620 o 630 (depende de la operación que se grava) cumplimentado.
En los tiempos actuales, es posible liquidar los impuestos a través de Internet. También puedes pedir cita previa por esta vía para evitar colas y esperas.
Ejemplo sobre cómo se aplica el ITP en una vivienda
Si, por ejemplo, decides alquilar o comprar una vivienda y firmas el contrato el 1 de marzo, tienes hasta el 31 de marzo para liquidarlo (30 días naturales).
¿Y debes ser tú el que paga el ITP? Si eres el comprador o arrendatario, te corresponde pagar a ti el ITP. Tú eres el sujeto pasivo, puesto que tienes el derecho de utilización del bien.
Supongamos que la vivienda en cuestión está situada en Madrid (municipio). En este caso, la Hacienda competente es la de la Comunidad de Madrid. Esta Comunidad, como el resto, tiene sus propios tipos a aplicar.
El tipo fiscal es el porcentaje que se aplica sobre la base imponible. Y la base imponible es el valor del bien (la renta de alquiler o el precio de compraventa).
Supongamos que el precio de compraventa es de 200.000 €. Esta es la base imponible. En la Comunidad de Madrid se aplica un ITP del 6%. Por lo tanto, el montante a pagar en concepto de ITP por la compra del bien inmueble asciende a 12.000 €.
En definitiva, tendrás que pagar 12.000 € a la Hacienda de Madrid antes del 30 de marzo.
Hasta aquí nuestro artículo sobre cómo te puede afectar el ITP de una vivienda. Si quieres estar al tanto de todas las novedades en materia de vivienda, puedes encontrar más guías en esta sección.
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