“No puedo pagar la hipoteca”. Lamentablemente, muchas personas se encuentran en esta situación. Si te ves en la tesitura de tener que tomar una decisión drástica porque ya no puedes hacer frente al pago de la hipoteca aquí te daremos algunas pautas que puedes poner en práctica. Vamos a ver qué opciones tienes a tu alcance para salvar la situación.
“No puedo pagar la hipoteca”: 4 opciones que puedes valorar
1 Negocia con tu banco
Si ves que no puedes pagar la hipoteca, lo primero es ponerte en contacto con tu entidad bancaria, transmitirle tu realidad y pedir consejo sobre qué se puede modificar:
Solicita una carencia parcial o total de la hipoteca
Cuando se pide una carencia se está pidiendo reducir la cuota durante unos meses, pagando solamente los intereses correspondientes. No obstante, según el banco y las condiciones de la hipoteca es posible que exista esta carencia durante unos meses, que se pueda aplicar durante unos años o que no se pueda aplicar en absoluto.
Si la solicitas, debes tener en cuenta que pasado el plazo de carencia, aumentará la cuota por los costes por solicitar esta medida y por la parte del capital no devuelto.
Amplía el plazo de amortizar
Amortizando puedes solicitar la ampliación del periodo de devolución del préstamo y, por tanto, reducir las cuotas; aunque a largo plazo se pagará más por los intereses generados.
Reunifica tus deudas
En el caso de tener otras deudas, como tarjetas de crédito o préstamos personales, puedes agruparlas todas y pagar una única cuota más reducida.
Eso sí, es importante siempre tener claro que estas medidas encarecerán el préstamo total, aunque nos aliviarán por la reducción de cuota del momento.
2 Más ingresos, menos gastos
Si estás en situación de no poder pagar la hipoteca tienes que poner en práctica dos acciones: obtener más ingresos y reducir gastos.
Para tener más dinero, hay que obtener ingresos extra y, por otra parte, hay que deshacerse de algún gasto que ya no sea vital. También pueden ser complementarios y así tomar medidas menos drásticas.
Para obtener más ingresos puedes:
- tener un segundo o tercer trabajo, pedir un aumento de sueldo, cambiar de trabajo…
- vender todo aquello que ya no usas.
- alquilar una habitación vacía, la plaza de parking, tu vehículo por días…
- alquilar la casa antes de venderla, si puedes conseguir algún lugar donde quedarte unos meses, como en casa de algún amigo o familiar.
Para reducir gastos puedes:
- revisar las tarifas de internet, telefonía, luz, gas, seguros (coche, vida, hogar…)… En el caso de hacer un cambio de compañías, seguramente tendrás un buen descuento el primer año como bonificación.
- controlar los gastos alimenticios innecesarios: desde ese café extra en el bar hasta probar otras marcas de alimentos algo más económicas o las marcas blancas de los supermercados.
- intentar no comprar por comprar, solo hacerlo si realmente lo necesitas.
3 Poner tu casa a la venta
Vender tu casa es una decisión muy incómoda, pero en ocasiones puede ser la solución, sobre todo si no puedes pagar la hipoteca porque las cuotas son demasiado altas o si, a pesar de haber intentado renegociar con el banco, no has conseguido más tiempo o alguna rebaja. Eso sí, intenta venderla por una cantidad que cubra el total de tu deuda con el banco.
4 Solicitar la dación en pago
Si todas las medidas anteriores no han sido útiles, y para evitar una ejecución hipotecaria, puedes solicitar una dación en pago. De esta forma, se hace entrega de la vivienda al banco a cambio de la cancelación total de la deuda pendiente.
Antes de llegar a una situación límite, si no puedes pagar la hipoteca intenta poner todos los medios posibles en marcha y contactar con el banco para comentar la situación personal actual. Desde Credexia podemos ayudarte a revisar y comprar tu hipoteca, así como asesorarte de las mejores condiciones para cada caso: de esta forma tendrás más armas para negociar con tu entidad bancaria.
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