No todas las fórmulas de cálculo de rentabilidad de una inversión son iguales. Es común que muchos inversores poco experimentados confundan beneficio con rentabilidad. Una de las formas comunes para realizar dichos cálculos es conocida como rentabilidad anualizada.
Cómo calcular la rentabilidad de una inversión
Cuando tienes que calcular cómo de rentable es una inversión, no se debe confundir la rentabilidad total, es decir, cantidad absoluta obtenida, con beneficio, o sea, ganancia real.
Es necesario que sigas un esquema sencillo expresado en porcentajes para expresar ganancias, pérdidas y rentabilidad simple:
- Suma de lo ganado. Ten en cuenta el valor de la venta y súmale los dividendos obtenidos.
- Resta de gastos e inversión inicial. Al número logrado en el primer paso le tienes que restar el precio al que compraste acciones y los gastos durante la custodia.
- División y cifra final. Divide la cifra obtenida entre el valor de la inversión inicial. Al multiplicar por 100, obtendrás el porcentaje final.
La rentabilidad anualizada: ¿qué es?
Hasta aquí puedes observar que los pasos son relativamente sencillos. Ahora bien, ¿qué sucede cuando se habla de inversiones a largo plazo en las que tenemos diferentes horizontes temporales?
No todas las inversiones son idénticas. Por eso, cuando hablamos de dos inversiones a un año, o de tres inversiones a dos años, todo resulta simple. Pero si piensas en rentabilidad a un porcentaje X a 20 o 30 años, el asunto se va a complicar.
¿Cómo puedes calcular rentabilidades a muy largo plazo? Entra en juego la citada rentabilidad anualizada, concepto que se entiende como la rentabilidad media anual que se obtiene con una inversión en un periodo de tiempo determinado.
¿Por qué te resultará útil la rentabilidad anualizada? Porque te permitirá saber qué rentabilidad logras con una inversión de un año a otro. Además, también sirve para hacer previsiones de futuro. E, igualmente, la puedes comparar con otras inversiones.
Cómo calcular la renta anualizada
Calcular la rentabilidad anualizada implica el uso de la llamada fórmula del interés compuesto. Será necesario conocer el valor inicial, y también el valor final de la inversión, o lo que es lo mismo, el dato de la rentabilidad total.
Sigue esta fórmula para calcular la rentabilidad: Capital final = capital inicial (1 + tasa de interés) elevado al número de periodos.
Ventajas y limitaciones
Si te preguntas cuáles son las ventajas y las desventajas de este tipo de rentabilidad cuando analizas la inversión, tienes que saber que, como es habitual, hay tanto beneficios como limitaciones a tener en cuenta.
Entre las ventajas, la más importante es la facilidad para percibir la rentabilidad verdadera de un fondo de inversión. Es decir, puedes comparar mejor diversas opciones de inversión de diferente duración.
Por otro lado, la principal limitación es la falta de información en la varianza entre periodos. O sea, por ser una media, se difumina el hecho de que en una inversión a largo plazo se van a suceder periodos de ganancias con periodos de pérdidas que en la rentabilidad anualizada no son fácilmente visibles.
Ahora que ya conoces la rentabilidad anualizada y cómo puedes calcularla, ¿crees que te resultará útil? Piénsalo bien y, recuerda, si quieres más información personalizada o te has quedado con alguna duda, contáctanos. ¡Estaremos encantados de asesorarte!
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