Cuenta online Sabadell

Cuenta Online Sabadell

4.9
Valoración Credexia
Valoración realizada por Credexia
Ventajas
  • Llévate hasta 1.250€ +  3% devolución en recibos de luz y gas
  • Obtén 2,5% TAE el primer año saldo máx. 50.000€
  • Después rentabilidad INDEFINIDA 2% TAE
  • Llévate 300€ al traer tu nómina y bizum.
  • Tarjeta de crédito y débito gratuita.
  • Cuenta online sin comisiones. Hasta el 11/12/24
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Santander Cuenta Online

4.8
Valoración Credexia
Valoración realizada por Credexia
Ventajas
  • Llevate 400€ por domiciliar tu nómina
  • Tarjetas de Débito y Crédito gratuitas
  • Transferencias sin comisión
  • Acceso gratuito a descuentos, experiencias y ventajas Exclusivas del programa Santander ZOne
  • Domiciliación de Nómina, Pensión o Ingresos regulares
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CUENTA BANCARIA CON TARJETA DE DÉBITO SIN COMISIÓN
nickel

Cuenta Nickel

4.7
Valoración Credexia
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Ventajas
  • Abre la cuenta en 5 minutos
  • Ingresos en efectivo en ESTANCOS Y LOTERÍAS
  • Más de 1.600 puntos Nickel
  • IBAN español para cobrar la nómina o domiciliar lo que quieras
  • Tarjeta de débito Mastercard
  • Ábrela con tu DNI o pasaporte 
  • Atención telefónica
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LA CUENTA DEL BARRIO
Ventajas
  • Sin comisiones ni condiciones.
  • Tarjeta débito virtual gratis
  • ¡Hasta 2 días de descubierto gratis!
  • Disponible pago a través del móvil con Bizum
  • Sin complicaciones y sin compromiso
  • Transferencias gratis y en el día
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Cuenta Próxima Targobank

4.7
Valoración Credexia
Valoración realizada por Credexia
TAE 0,05% / Importe: Más de 600€
Ventajas
  • Sin comisiones
  • Tarjeta de débito gratuita
  • Ahorro automático y ahorro manual ¡Tú eliges!
  • Remuneración: 0,05 % TAE en tu cuenta de ahorro
  • Mínimo ingresos 600€ (300€ entre 18 y 25 años)
  • App y banca electrónica
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Guía para elegir la cuenta corriente adecuada

Las cuentas corrientes son, quizá, el producto financiero más elemental que existe.

Es necesario que conozcas bien sus elementos, y por eso en esta guía te las vamos a explicar punto por punto.

A la hora de solicitar un préstamo, contratar un depósito bancario o cualquier otro producto comercializado por un banco, previamente exigen que los clientes tengan abierta una cuenta.

Las cuentas corrientes son, por excelencia, el tipo de cuentas bancarias diseñadas para gestionar la operativa de tesorería (cobros y pagos) y dar soporte a estos productos.

Generalmente, los ingresos procedentes de actividades laborales se reciben mediante transferencia bancaria, con lo cual, es necesario tener una cuenta con una entidad. Sin embargo, las cuentas corrientes permiten una operativa más amplia que el recibir ingresos y retirar dinero.

En otro orden, los servicios ofrecidos por las cuentas corrientes pueden estar sujetos a comisión, lo cual representa un gasto y es un factor que se debe analizar. Las ofertas son dispares y es necesario emprender una búsqueda y comparación.

Para que puedas contratar la cuenta corriente que mejor se adapta a tus necesidades, debes conocer primero todas sus características, ventajas y funciones.

En este artículo te mostramos todo lo que necesitas saber sobre la contratación de cuentas corrientes.

¿Qué es una cuenta corriente?

Una cuenta corriente es un producto bancario básico.

Se define como un contrato de depósito irregular entre un cliente (particulares, empresas, Administraciones Públicas, asociaciones, etc.) y una entidad bancaria, con la característica que los fondos depositados pueden ser retirados en cualquier momento. Por consiguiente, las cuentas corrientes son consideradas depósitos a la vista.

Las cuentas bancarias son un depósito de fondos en una entidad, con la particularidad de que el cliente puede proceder al reintegro de los mismos en cualquier momento

A través de los diferentes depósitos y retiradas de dinero, el cliente tiene la posibilidad de gestionar sus cobros y pagos del día a día. Con lo cual, se trata de un producto financiero de primer orden; necesario para la gestión operativa de nuestras finanzas personales.

Las cuentas corrientes se diferencian de otros tipos de cuentas bancarias por su gran operatividad. Suelen permitir la domiciliación de ingresos y pagos, así como facilidades para realizar operaciones con nuestro dinero (transferencias, tarjetas asociadas, etc.).

Prima la operatividad sobre las funciones de depósito.

La diferencia de las cuentas corrientes con otro tipo de cuentas bancarias es su funcionalidad. Son productos diseñados para la gestión de nuestras finanzas operativas (además de dar soporte a otro tipo de productos bancarios que podamos contratar)

Sin embargo, estos productos van más allá de sus funciones principales.

Establecen la base de la relación existente entre el banco y el cliente, dado que los demás productos que se contraten con esta misma entidad deben tener un soporte contable; y las cuentas corrientes cumplen con este cometido.

Tipos de cuenta corrientes

Una cuenta corriente puede ser perfectamente una cuenta nómina o una cuenta online, el único matiz que las diferencia es la serie de ventajas que se adquieren al domiciliar nuestros ingresos periódicos en la primera y el soporte digital en la segunda.

Sin embargo, cuando hablamos de cuentas de ahorro, existe una diferencia más profunda. A pesar de que una cuenta de ahorro puede permitir ciertas funciones operativas, están diseñadas para constituir un depósito de fondos.

Una cuenta corriente puede ser una cuenta nómina o cuenta online

Los bancos también pueden establecer una oferta específica para algún tipo de colectivo social, tal es el caso de los pensionistas o los jóvenes estudiantes. En estos supuestos, la contratación lleva consigo un ahorro en comisiones o bien la posibilidad de acceder a promociones y descuentos.

Así pues, podemos encontrar los siguientes tipos de cuentas corrientes:

Existen ofertas específicas para determinados colectivos de la población

¿Cuáles son las características y operativa permitida en las cuentas corrientes?

Una cuenta corriente tiene las siguientes características:

  • El cliente cuenta con una total liquidez. Los fondos de una cuenta corriente deben estar disponibles en todo momento. Como hemos mencionado, representa un depósito a la vista.
  • El dinero depositado constituye un crédito a la entidad bancaria: la cual puede disponer del mismo para las operaciones relacionadas con su negocio financiero.
  • Del mismo modo, un descubierto en cuenta representa un crédito unilateral concedido por la entidad bancaria al cliente (aunque en la práctica se considera como una situación de impago).
  • Permiten la contratación conjunta, es decir, pueden ser titulares dos o más personas. Asimismo, es posible nombrar a personas autorizadas; aquellas que, sin llegar a ser titulares de la cuenta, tienen facultad para operar con la misma.
  • En el contrato suele haber una cláusula de “compensación de créditos”. En otras palabras, el saldo existente en la cuenta corriente podrá ser utilizado por la entidad para compensar o amortizar cualquier crédito o posición acreedora que el cliente pueda tener con la entidad.
  • El cliente tiene información de todos los movimientos de su cuenta a través de los extractos periódicos.
  • Pueden generar intereses por el saldo medio diario depositado en cuenta. Los intereses obtenidos están sujetos a fiscalidad (con una retención del 19%).

Operatividad de las cuentas corrientes

Las operaciones financieras que permiten las cuentas corrientes son fundamentales para nuestras finanzas personales:

  • Ingresos de dinero (periódicos y/o discrecionales).
  • Retiradas de efectivo (en caja o en cajeros automáticos).
  • Transferir dinero entre cuentas bancarias (al mismo o distinto titular).
  • Traspasos de dinero entre cuentas (los traspasos son transferencias entre cuentas de la misma entidad).
  • Emisión de cheques.
  • Ingreso de cheques.
  • Vinculación de tarjetas de débito o crédito.
  • Utilización de las funciones existentes en los cajeros automáticos.
  • Soporte para contratar productos y servicios ofrecidos por la entidad bancaria (un préstamo, por ejemplo).
  • Domiciliación de recibos (cargar los gastos en la cuenta corriente).
  • Posibilidad de conseguir descubiertos temporales en cuenta (para los gastos imprevistos).
  • Permiten la utilización de banca online y app financiera del banco.

La cuenta corriente es la principal receptora de toda la actividad bancaria: en ella se cargan los recibos domiciliados, se abonan los intereses que puedan generarse de cualquier depósito, se cargan las cuotas de un préstamo, se asocian las tarjetas de débito o crédito etc. Es un producto que establece el paradigma de la relación entre el cliente y el banco.

Las cuentas corrientes se caracterizan por permitir una amplia operativa. No son simplemente un depósito de fondos a la vista.

El cliente siempre debe tener presente que, sobre la base del saldo medio que se mantenga en la cuenta, la entidad bancaria puede establecer cálculos sobre su solvencia para la concesión de préstamos personales.

Por otra parte, excepto en los casos en los que se trate de una cuenta de alta remuneración, los intereses generados por una cuenta corriente son casi nulos, así como pueden existir comisiones por los soportes informativos de estos productos financieros.

El saldo medio diario mantenido en nuestra cuenta bancaria es tenido en consideración para realizar cálculos acerca de nuestra solvencia y capacidad de ahorro

¿Qué gastos y comisiones tienen las cuentas corrientes?

Como norma general, las cuentas corrientes, al permitir un mayor número de servicios operativos, también traen incorporado un mayor número de comisiones.

Cada entidad bancaria es libre de establecer los costes que considere oportunos según su política comercial (salvo ciertas comisiones que se encuentran restringidas por la normativa vigente). Por este motivo, se hace necesario buscar y comparar, para encontrar el producto más idóneo a nuestros intereses y necesidades financieras.

Es necesario realizar una búsqueda y comparación entre las distintas cuentas corrientes que existen en el mercado. Las entidades bancarias son distintas y ofrecen productos diferentes.

Se debe tener un conocimiento preciso de la situación del mercado, dado que todas las comisiones son negociables. En Credexia te ofrecemos toda la información que necesitas para que puedas llevar a cabo estas tareas.

Recuerda que todas las comisiones bancarias son negociables

Las comisiones bancarias no son más que los honorarios que aplica la entidad por ofrecer algún servicio.

Según la normativa, las comisiones deben aplicarse en caso de existir un servicio real y su montante debe ser en proporción al mismo. El servicio debe ser solicitado y aceptado por el cliente, con lo cual, todas las comisiones deberán estar plasmadas en el contrato.

Todas las comisiones deben ser visibles para el cliente en el libro de tarifas que tiene la entidad bancaria.

En la actualidad podemos encontrar bancos que ofrecen cuentas sin comisiones, imponiendo una serie de contrapartidas (cada vez menores).

En cuanto a las cuentas corrientes, las comisiones más frecuentes que encontraremos, aquellas que tendremos que valorar y, llegado el caso, negociar, son las siguientes:

Comisión por mantenimiento

Esta comisión se establece por el hecho de mantener la cuenta operativa. Incluye servicios tales como la caja, para los ingresos y retiradas de efectivo.

Existen diferentes ofertas para la comisión de mantenimiento. En la actualidad, podemos encontrar cuentas corrientes que la suprimen directamente (tal es el caso de las cuentas online, puesto que el propio banco también ahorra muchos costes de gestión).

Comisión de administración

Se trata de una comisión parecida a la de mantenimiento, salvo por que esta se aplica cada vez que se utilice un servicio operativo de la propia cuenta corriente (mientras que la comisión por mantenimiento se aplica simplemente por tener la cuenta abierta y en funcionamiento).

Por ejemplo, podría cobrarse una comisión por cada apunte contable o por la domiciliación de recibos.

Como todas las comisiones, es perfectamente negociable y existen ofertas bancarias que la suprimen.

Las comisiones por administración y mantenimiento son las más comunes y frecuentes que podemos encontrar en las cuentas corrientes

Comisión por transferencia

Este tipo de comisión únicamente se cobrará si el cliente decide hacer una transferencia de fondos entre cuentas bancarias de distinta entidad.

Existen disparidad de ofertas. En algunas entidades, esta comisión puede alcanzar los 3 € por transferencia, mientras que en otras se suprime directamente. También puede venir expresada como un porcentaje de la cantidad a transferir.

Es común ver promociones en las cuales esta comisión no se aplica cuando las transferencias se realizan entre bancos de la eurozona. Otra oferta puede ser el conseguir un número de transferencias gratuitas cada mes.

El cliente debe estimar el uso que le da a este servicio y la posibilidad de conseguir mejores precios sobre este concepto en detrimento de otro tipo de comisiones (o viceversa).

Comisión por retiradas de efectivo en cajeros automáticos

Una de las ventajas de las cuentas corrientes es la posibilidad de asociar a ellas una tarjeta bancaria (de crédito o débito). Estos productos permiten reintegros de efectivo en cajeros automáticos, evitando las esperas en ventanilla y los horarios comerciales de los bancos.

Al margen de las propias comisiones que puedan tener las tarjetas bancarias, a la hora de retirar dinero en cajeros automáticos de otra red distinta a la propia de la entidad bancaria (o asociada a ella), normalmente se aplica una comisión.

De igual modo, también aparece esta comisión si se realiza el reintegro desde otro país.

La comisión, en sí misma, se cobra a la entidad de pertenencia. Posteriormente, esta tiene la facultad de repercutirla al cliente o no. Así pues, se evita que el banco aplique una comisión desproporcionada por la retirada en cajeros pertenecientes a otra red.

Es importante en este aspecto que el cliente valore la amplitud de la red de cajeros que tiene a su disposición, así como la cercanía de los mismos a su lugar de residencia, trabajo, etc.

Comisión por ingreso de cheque

Las cuentas corrientes permiten el ingreso de cheques. Sin embargo, este servicio también está sujeto a una comisión cuando el cheque pertenece a otra entidad (corresponde a los gastos de gestión de cobrar ellos el cheque e ingresar el dinero en tu cuenta corriente).

Existen ofertas muy variadas con respecto a la comisión por ingreso de cheques en cuenta corriente. Una vez más, deberemos evaluar qué importancia tiene para nosotros este servicio y si centramos la negociación sobre este elemento.

Comisión por descubierto en cuenta

Los descubiertos en cuenta corresponden a un crédito unilateral que nos concede la entidad bancaria. En el supuesto que se nos imponga un cargo en cuenta y no existan fondos suficientes para hacerle frente, la entidad puede permitir que la cuenta quede en negativo (números rojos).

El problema es que esta situación no es la de un crédito ordinario, sino considerada como un impago. La entidad aplica una serie de comisiones y gastos (en forma de intereses de demora) más elevadas.

Sin embargo, esta comisión sí que se encuentra limitada. Las entidades bancarias no pueden cobrar una cantidad superior a una tasa anual equivalente (TAE) de 2,5 veces el interés legal del dinero (actualmente situado en un 3%). Esta cantidad incluye la suma de la comisión por descubierto y los intereses demora.

De esta manera, a pesar de que las comisiones por descubierto en cuenta son superiores a otras, se evitan los abusos por parte de las entidades bancarias.

Podemos encontrar cuentas corrientes sin comisiones en el mercado

Comisiones relativas a las tarjetas

Las comisiones de las tarjetas de crédito o débito se cargarán en nuestra cuenta corriente y, básicamente, corresponde a la comisión por emisión y la cuota anual por mantenimiento.

Ambas comisiones pueden evitarse si se encuentran cuentas corrientes que ofrezcan la posibilidad de contratar tarjetas gratis. Es posible que la entidad imponga una serie de requisitos al respecto, como la domiciliación de una nómina, un saldo mínimo en cuenta, la domiciliación de un determinado número de recibos, etc.).

Es común contratar una tarjeta asociada cuando abrimos una cuenta corriente, por este motivo debes valorar en conjunto las comisiones de la cuenta con las comisiones que pueda tener la tarjeta

¿Cómo encontrar la mejor cuenta corriente?

Conforme hemos estado analizando a lo largo de estas líneas, son varios los elementos a tener presentes a la hora de buscar, comparar y escoger la cuenta corriente más adecuada a nuestros intereses.

Durante el proceso de búsqueda y selección es fundamental que solicitemos a cada entidad toda la información relativa al producto (que puedes encontrar también en nuestro comparador de cuentas corrientes de esta página).

Debemos negociar y resolver cualquier duda. Estas son las cuestiones básicas que debes estimar para encontrar la mejor cuenta corriente:

  • ¿Qué tipo de cuenta se trata y qué operatividad tiene?
  • ¿Cuáles son las comisiones que aplica, a cuanto ascienden y cuál es el concepto exacto de cada una?
  • ¿Existen condiciones o requisitos impuestos para contratar la cuenta corriente? (por ejemplo, la domiciliación de nómina o mantener un saldo mínimo en cuenta).
  • ¿Se admite a más de un titular?
  • ¿Podemos nombrar a otra persona como autorizada para realizar operaciones en la cuenta?
  • ¿Cuáles son los intereses que genera el saldo mantenido en nuestra cuenta corriente? (en caso de que existan).
  • ¿Podemos disfrutar de promociones, regalos, descuentos? ¿Cuáles son los requisitos para conseguirlos?
  • ¿Cómo de grande es la red de cajeros de la entidad con la cual pretendemos abrir nuestra cuenta corriente?
  • ¿Ofrece tarjetas gratis o, en caso contrario, cuál es su coste?
  • ¿Se exige un período de permanencia?
  • ¿Existe un tipo de cuenta para un perfil de cliente que encaje con el nuestro? (según nuestra edad, profesión, etc.)

Teniendo un previo conocimiento de tus necesidades financieras y los servicios operativos de la cuenta corriente que más frecuentemente utilizas puedes encontrar tu cuenta corriente ideal

Para buscar, comparar, negociar y contratar una cuenta corriente primero debes conocer tus necesidades y objetivos (lo mismo es aplicable a cualquier producto financiero).

No todas las cuentas corrientes son iguales, ni existe el producto perfecto. Debes incidir en los puntos que más interés te susciten.

¿Cómo contratar una cuenta corriente?

Una vez seleccionada la cuenta corriente que deseamos, el siguiente paso es proceder a su contratación. Se trata de una operación sencilla, puesto que no es un producto que represente riesgo para el banco y, por consiguiente, no es necesario ningún estudio de solvencia.

Los requisitos y documentación para abrir cuentas corrientes son mínimos.

Las cuentas corrientes pueden abrirse en la propia oficina bancaria (de modo presencial) o bien, muchas entidades permiten la apertura online.

El proceso de contratación y apertura de una cuenta corriente es sencillo. Puede realizarse tanto presencialmente como vía online

Accediendo a la página web del banco en cuestión, entre su oferta de cuentas corrientes, puedes contratar aquella que habías planeado. La propia plataforma online te guiará durante todo el proceso:

  1. Rellenar un formulario con tus datos personales, laborales, financieros, etc.
  2. Solicitud y envío de la documentación requerida por la entidad.
  3. Remisión del contrato al cliente.
  4. Firma del contrato.

¿Cuáles son los requisitos?

Tal y como hemos mencionado, los requisitos para la apertura de una cuenta corriente son mínimos:

  • Tener la mayoría de edad o, en su defecto, contar con la autorización de un tutor legal.
  • Ser residente en España.

A no ser que el producto imponga algún requisito adicional (como en el caso de las cuentas nómina), las exigencias para abrir una cuenta corriente son mínimas

¿Qué documentación solicita la entidad bancaria?

Generalmente bastará con el DNI, pasaporte o tarjeta de residente. Se trata del documento básico que acredita nuestra identidad, edad (por el asunto de la mayoría de edad) y nacionalidad. Es necesario en toda contratación formal.

Por otra parte, cuando se trata de cuentas nómina o el cliente tiene intención de domiciliar sus ingresos en la entidad (de cara a demostrar su capacidad de pago), pueden presentarse justificantes de ingresos: nómina, pensión, declaraciones de IRPF.

También es posible la remisión de una documentación más completa, la cual demuestre nuestra situación actual, tanto laboral como económica: contrato, últimos recibos de las cuotas de la Seguridad Social (para los trabajadores autónomos), etc.

El Documento Nacional de Identidad (o documentación análoga) es imprescindible para toda contratación. Además, por sí mismo acredita si se cumplen los requisitos mínimos para abrir una cuenta corriente

Cuanta más información tenga el banco acerca de nosotros, más sencillo será el proceso de solicitar financiación o contratar otros productos financieros.

En síntesis, las cuentas corrientes están al alcance de cualquier persona, puesto que son un producto básico. Ahora bien, son tantas las ofertas que es necesario buscar la que mejor se adapte a tus necesidades.

Si necesitas ayuda para encontrar la que mejor se ajusta a tu situación, pregúntanos. Nuestra misión en Credexia es facilitarte toda la información y formarte en finanzas personales para que siempre tomes la decisión acertada.