Si te has propuesto comprar una casa es probable que tengas dudas sobre qué pasos seguir, qué precauciones considerar o cuánto te va a costar el trámite. En este post te contamos cómo escriturar una vivienda y los efectos que tiene la escrituración.
¿Qué pasos seguir para escriturar una vivienda?
Escriturar una vivienda es un proceso sencillo que aporta seguridad jurídica tanto al comprador como al vendedor. Es posible que antes de la escritura hayas firmado un documento de arras para entregar una señal al vendedor o puede que vayas directamente a la escritura. En cualquier caso, los pasos a seguir son los siguientes:
- Ponte en contacto con una Notaría para solicitar una cita. En la misma llamada puedes preguntar la información que vas a necesitar para escriturar una vivienda que serán los siguientes:
- DNI/CIF o tarjeta de residencia vigente tanto del comprador como del vendedor. En función del estado civil y del régimen económico matrimonial, habrá que aportar capitulaciones matrimoniales.
- Si hay alguna persona que actúa en nombre de otra, copia del poder notarial.
- Título de propiedad (escritura de la anterior compraventa o escritura de herencia, por ejemplo).
- Último recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).
- Certificado de eficiencia energética.
- Nota simple actualizada para conocer las cargas del inmueble.
- Certificado de no deuda emitido por la Comunidad de propietarios.
- El Notario redactará la escritura y citará a comprador y vendedor para la firma. El día de la firma se leerá la escritura y se firmará por comprador, vendedor y Notario.
- En el caso en que se le encargue al Notario la gestión del pago de los impuestos y de la inscripción de la escritura en el Registro de la Propiedad, solicitará una provisión de fondos y realizará el trámite a través de una gestoría.
- El Notario entregará una copia de la escritura con todos los comprobantes y los datos de inscripción en el Registro de la Propiedad.
¿Por qué escriturar una vivienda ante Notario?
Con la escritura se logran varios efectos:
- Que los pactos entre las partes queden por escrito y que una persona (el Notario) de fe de ello.
- Que la compraventa, o la operación de que se trate, se pueda inscribir en el Registro de la Propiedad, de manera que será pública.
- Que la operación sea completamente válida puesto que el Notario tiene la función de asesorar a todas las partes de forma gratuita.
- Se podrá demostrar en todo momento que se ha realizado la operación y se podrán solicitar copias de la escritura al Notario o a su sucesor, en el caso de que fallezca.
En definitiva, escriturar una vivienda aporta seguridad jurídica y consigue que la operación se ajuste a la ley y no haya posteriormente problemas con la inscripción en el Registro de la Propiedad o con el pago de impuestos.
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