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- Sin comisiones de mantenimiento ni emisión
- Con control parental
- Posibilidad de sacar dinero en efectivo de los cajeros en España ( a débito)
- Aceptada en comercios de toda España
- Recargas de dinero fáciles y sencillas
- Cuota gratuita
- Control de gastos
- Recarga cómoda
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- Seguridad en tus pagos
Las tarjetas prepago son un instrumento financiero para realizar compras de un modo seguro. Descubre cómo contratar y gestionar uno de estos productos como un profesional.
Cada vez es más común, debido a las compras que se realizan a través de Internet, la contratación de las tarjetas prepago. Este tipo de instrumentos financieros de pago funcionan a modo de monedero electrónico.
Pero ¿qué son exactamente las tarjetas prepago y cuáles son sus ventajas?
¿Cómo puedo contratar una tarjeta prepago?
¿Cuáles son sus condiciones?
Las respuestas a todas estas preguntas te las ofrecemos en este artículo.
¿Qué son las tarjetas prepago?
Las tarjetas prepago no están vinculadas a ningún tipo de cuenta corriente (como ocurre con las tarjetas de débito) ni tienen incorporada una línea de crédito (como las tarjetas de crédito).
¿Cómo puede entonces utilizarla su titular?
Este tipo de instrumentos financieros exigen que el propio usuario realice una recarga manual, incorporando un saldo determinado a la tarjeta prepago. De este modo, podemos considerar a las tarjetas prepago como monederos virtuales (no electrónicos).
Podemos considerar las tarjetas prepago como un monedero virtual. Exigen una recarga, tal y como cuando llenamos el monedero
Por lo demás, este tipo de tarjetas tienen una función similar al resto (tarjetas de crédito, débito o fidelización): son un instrumento de pago. Su única particularidad es que el dinero que puede gastarse con ellas ha sido previamente incorporado por parte de su titular. Pueden ser utilizadas en todo tipo de comercios, tanto físicos como virtuales.
De esta manera, el usuario puede transferir a su tarjeta prepago la cantidad de saldo que desee, ni más ni menos.
Es posible encontrar tarjetas prepago virtuales, es decir, que no tienen soporte físico. En este caso hablamos de monederos electrónicos puros. Esto se debe a que una tarjeta, como su propio nombre indica, es un instrumento de pago en un soporte de plástico.
En el propio soporte (la propia tarjeta) se encuentran identificados las dos personas que intervienen en el contrato:
- El emisor de la tarjeta.
- El titular de la tarjeta.
Las tarjetas prepago virtuales son especialmente útiles para las operaciones de pago en el mundo digital. El usuario tan sólo dispone de un número y credenciales necesarias para poder operar con ellas (evitando así el riesgo de pérdida o robo).
Las tarjetas prepago son un medio de pago multicanal. Puedes utilizarlas en comercios físicos y comercios digitales
¿Cómo funcionan las tarjetas prepago?
Su funcionamiento es prácticamente idéntico a los otros tipos de tarjetas. Sin embargo, este tipo de instrumentos son totalmente independientes del resto de productos de tesorería, soporte o crédito que pueda tener su titular. Al no estar vinculadas a ningún elemento financiero que suministre saldo, exigen una recarga manual.
En otras palabras, si no se recargan previamente, la tarjeta no tendrá saldo y no podrá ser utilizada.
Las recargas no son más que simples transferencias, desde cualquier otro producto de tesorería o crédito. El usuario puede recargar su tarjeta prepago desde su cuenta corriente u otra tarjeta de crédito.
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Una tarjeta prepago tiene un funcionamiento similar al de una tarjeta de débito en cuanto a los pagos. La única diferencia es que no se encuentra vinculada a una cuenta corriente (ni ningún crédito) y es necesario suministrarle saldo de forma manual
Para ello, el emisor de la tarjeta de proporciona al titular los medios necesarios:
- Una página web desde la que se puede operar, gestionar todo lo relativo a la tarjeta prepago y realizar transferencias para recargar saldo (o viceversa, también debería ser posible retirar saldo hacia la cuenta corriente).
- Además de una página web, debido al creciente uso de los dispositivos móviles, cada vez son más los emisores de este tipo de tarjetas que ofrecen una App para gestionar todas estas cuestiones.
- En defecto de la vía online, si no se puede utilizar este medio (por no tener conexión, por ejemplo) es posible operar con las tarjetas prepago desde un cajero automático. Sea propiedad del emisor o bien tenga un acuerdo con el mismo para que pueda ser utilizada esta red de cajeros.
- Además, por si fuese poco, el usuario siempre tiene disponible la atención telefónica de la firma que emite la tarjeta.
El saldo que se tiene disponible (el que ha sido recargado previamente) equivale a los fondos que pueda tener el usuario de una tarjeta de débito en su cuenta corriente. En otras palabras: una vez recargada la tarjeta, su funcionamiento es exactamente igual a una tarjeta de débito.
En principio, una tarjeta prepago nos permite realizar las siguientes operaciones financieras:
- Pagar en comercios físicos.
- Pagar en comercios virtuales.
- Sacar dinero del cajero automático.
- Realizar las gestiones pertinentes (consultas de saldo, recargas, transferencias hacia la cuenta corriente u otros soportes de tesorería, etc.).
Lo que no suele permitir una tarjeta prepago es pagar sin tener saldo, así como aplazar o fraccionar el importe de las compras: no actúa como tarjeta de crédito.
Las tarjetas prepago pueden ser recargadas una y otra vez. No son de un solo uso.
¿Para qué son útiles las tarjetas prepago?
Este producto no ofrece financiación (no incorpora ningún tipo de crédito). Además, si su funcionamiento es prácticamente idéntico a una tarjeta de débito (sencillamente es un medio de pago), ¿por qué contratar una tarjeta prepago?
Las tarjetas prepago tienen una serie de utilidades y ventajas para los usuarios. Quizá su utilidad principal es precisamente desvincular el medio de pago de la cuenta corriente (o la línea de crédito) que lo alimenta. Generalmente por motivos de seguridad.
En este aspecto, las tarjetas prepago ofrecen ventajas al usuario. Ante cualquier intento de fraude, manipulación, hackeo informático u otra acción que pueda causar un perjuicio, en ningún caso se tendrá acceso a la cuenta corriente o la línea de crédito. El máximo dinero que es susceptible de ser extraído es el saldo que tenga la tarjeta prepago.
La seguridad en nuestras compras es la principal ventaja de las tarjetas prepago
Realizando pequeñas recargas de saldo regulares en este tipo de tarjetas, por los importes necesarios para las compras que el titular vaya a llevar a cabo, el riesgo de que pueda realizarse un robo se reduce drásticamente.
Aquí reside la clave, la principal utilidad de contar con una tarjeta prepago. Puede ser utilizada en comercios virtuales que no gocen al cien por cien de la confianza del usuario.
Por otra parte, las tarjetas prepago, como cualquier otro instrumento financiero, tienen sus ventajas e inconvenientes. De ahí la importancia de buscar y comparar las mejores ofertas del mercado.
Ventajas de las tarjetas prepago
- Su funcionamiento es sencillo, no se trata de un producto financiero que encierre dificultad y puede ser utilizado por cualquier usuario. Su gestión puede realizarse desde el propio teléfono móvil.
- Al no incorporar crédito alguno, su contratación también suele ser sencilla (posteriormente trataremos este aspecto de una forma más detallada).
- No están vinculadas a ningún otro producto financiero. Por lo tanto, es posible contratar una tarjeta prepago sin cambiar de banco, sin domiciliar nómina, etc.
- Algunos emisores ofrecen la posibilidad de contratar una tarjeta prepago anónima. En este tipo de tarjetas no aparecen los datos del titular y, por consiguiente, la seguridad es mayor.
- No es posible contraer ningún tipo de deuda. No puedes gastar más dinero que el saldo que tengas recargado en tu tarjeta.
- No precisas llevar dinero en efectivo, evitando la posible pérdida o robo del mismo. Las tarjetas prepago son aceptadas en una gran cantidad de comercios físicos.
- Las tarjetas prepago son un medio para realizar compras aceptado internacionalmente (al igual que el resto de tarjetas de crédito o débito).
- El titular de la tarjeta tiene, en todo momento, un control absoluto de sus gastos y saldo. Permiten una buena gestión de las finanzas personales y un manejo correcto del presupuesto mensual. Puedes gestionar tu tarjeta prepago en cajeros automáticos o desde la aplicación informática del emisor (la cual puede incorporar algún tipo de alertas o ventajas para una mejor gestión).
Inconvenientes de las tarjetas prepago
Por otra parte, las tarjetas prepago también presentan algún tipo de inconveniente o desventaja con respecto a otros mecanismos de pago:
- La operativa con este tipo de tarjetas es más limitada que cuando utilizamos una tarjeta de débito o crédito. Este tipo de tarjetas no sirven para ciertas operaciones.
- Pueden tener comisiones (en breve trataremos este asunto con todo detalle).
- No son un medio de financiación, no es posible utilizarlas a crédito.
- No existe una oferta tan amplia en el mercado que otro tipo de medios de pago.
Las tarjetas prepago, a pesar de ser un instrumento muy funcional, se encuentran más limitadas en cuanto a operativa que otro tipo de tarjetas
Entonces, ¿me conviene contratar una tarjeta prepago?
La contratación de las tarjetas prepago tiene que ser un proceso que nace de un análisis de las necesidades financieras que podamos tener.
Es decir, si realmente crees que puedes darle uso, según tu perfil de consumidor y el modo en el cual gestionas tus compras, sería conveniente que contaras con uno de estos medios de pago.
El primer paso para la contratación de cualquier producto financiero es preguntarte si se adapta a tus necesidades y objetivos
Si, por ejemplo, sueles realizar compras a través de Internet, sería muy recomendable, puesto que así aumentarás la seguridad al no tener que facilitar los datos de una tarjeta vinculada a tu cuenta.
Sin embargo, también debes tener presentes los costes y condiciones que tienen las tarjetas prepago, puesto que es posible que este instrumento te suponga más gastos que beneficios te produce.
En este sentido, tras identificar tus necesidades financieras y determinar si te puede ser útil la tarjeta prepago, debes iniciar un proceso de búsqueda y comparación de ofertas. En Credexia te ofrecemos toda la información que precisas para poder llevar a cabo la gestión de tu economía personal como un auténtico profesional de las finanzas.
Existen en el mercado muy buenas ofertas de tarjetas prepago. Algunas, incluso pueden ser totalmente gratuitas. Sólo es cuestión de encontrar la que mejor se adapte a tus objetivos.
Las tarjetas prepago son especialmente útiles para las compras a través de Internet
¿Qué comisiones tengo que pagar por disponer de este tipo de tarjetas?
Existen ofertas muy dispares en el mercado de productos financieros.
A pesar de que, como comentábamos anteriormente, la cantidad de emisores de este tipo de tarjetas no es tan amplia como en el caso de otros tipos, siempre debemos buscar y comparar la oferta que mejor se adapte a nuestras necesidades financieras, además de aquella más ventajosa en términos de costes.
Cada entidad financiera o firma emisora de este tipo de instrumentos de pago tiene sus propias políticas comerciales y ofertas. Por ello, cada una de las tarjetas prepago que podemos encontrar en el mercado puede es un producto único, con unas condiciones específicas.
De por sí, una tarjeta prepago ya supone un ahorro debido a que no es necesario contratar ninguna cuenta corriente ni producto financiero, con lo cual se suprimen los costes y comisiones inherentes a las vinculaciones.
Para poder buscar, comparar y negociar, primero es preciso que conozcas las posibles comisiones que puedes encontrarte al contratar una tarjeta prepago (no significa que deban aplicártelas todas, pero estas son las más comunes).
Comisión por la emisión de la tarjeta
Este tipo de comisión es consecuencia de los gastos de editar y emitir la tarjeta (fabricarla y gestionar su entrega). Como podemos observar, puede tener su justificación, puesto que el hecho de crear una tarjeta con un número concreto y a nombre de un titular determinado tiene un coste. Aun así, existen ofertas en las cuales esta comisión se elimina.
Esta comisión suele cobrarse al solicitar la tarjeta prepago. En otras palabras, se paga sólo una vez. Dependiendo de la entidad emisora, su coste puede variar (puede ascender a unos 20 €).
Si, por cualquier motivo, extraviamos o deterioramos la tarjeta y se nos tiene que enviar otra, se nos puede cobrar una comisión similar por emisión de un duplicado.
Comisión por renovación o mantenimiento
Esta comisión es la más perjudicial para nuestros intereses, puesto que se paga periódicamente. Representan un tipo de honorario para el emisor por la puesta a disposición y utilización de la tarjeta.
Normalmente tiene una frecuencia de pago anual (es decir, cada año se debe pagar la comisión por mantenimiento de la tarjeta). Sin embargo, esta cuestión también depende de las condiciones de la oferta del emisor. Pueden existir tarjetas con una comisión de mantenimiento trimestral, mensual, etc. Es un aspecto que debemos atender a la hora de solicitar una tarjeta prepago.
Es posible encontrar ofertas en el mercado de tarjetas prepago en las cuales no se aplique la comisión por mantenimiento. Una vez más, todo es cuestión de buscar, comparar y negociar.
Comisión por recarga de saldo
Aunque no suele ser común encontrarnos con esta comisión, es posible que el emisor aplique un cargo cada vez que el usuario decida realizar una recarga de la tarjeta prepago. Suele ser un porcentaje del importe recargado (por ejemplo, un 2% o un 4%).
Sin duda, contratar una tarjeta prepago con estas condiciones puede resultar muy negativo para el titular. Sin embargo, puede ser que la tarjeta en sí misma incorpore una serie de servicios y de ventajas adicionales que justifiquen este cobro.
Como todos con los productos financieros, al solicitar una tarjeta prepago debemos poner todas las ventajas, costes y condiciones en una balanza. Tenemos que tener una visión global de lo que nos disponemos a contratar.
Comisión por utilización en cajeros automáticos
Puede ser que utilicemos la tarjeta prepago en un cajero automático (para disponer de efectivo o realizar cualquier otro tipo de consulta, gestión, etc.) y se nos aplique una comisión.
Suele ser más común cuando el emisor es una entidad bancaria y nos disponemos a utilizar un cajero automático que no pertenece a su red. En este caso, la entidad propietaria de la red de cajeros impone al propio emisor un coste que nos repercute.
También pudiera darse el caso de que el emisor aplique comisión por utilizar la tarjeta prepago en un cajero aun tratándose de la propia red. Estas cuestiones debemos observarlas en las condiciones contractuales a la hora de negociar la adquisición de una tarjeta prepago.
Lo que sí suele ser común en todos los casos es que se nos apliquen comisiones por utilizar una tarjeta en el extranjero (sobre todo por disponer de efectivo). Esto se aplica a las tarjetas de crédito y débito también.
Comisiones menos frecuentes
Además de las comisiones que acabamos de ver, las cuales suelen ser las más frecuentes, la entidad emisora puede imponer otra serie de costes:
- Comisión por cambio de divisa.
- Comisión por estampado.
- Comisión por emitir un duplicado.
- Etc.
Es preciso buscar y comparar las diferentes ofertas de tarjetas prepago. No todas son iguales ni aplican las mismas comisiones
¿Cómo puedo contratar una tarjeta prepago?
Generalmente, son las entidades bancarias las que comercializan las tarjetas prepago, sin perjuicio de que cualquier entidad financiera extra bancaria pueda disponer de su propia oferta.
No suelen ser tan populares como las tarjetas de crédito o débito, por lo tanto, para poder observar las condiciones del emisor, tenemos que acudir a la entidad y preguntar por este producto.
También se tiene la opción de contratarlas a través de Internet. En los comparadores financieros, como Credexia, tienes todas las ofertas para que puedas decidir cuál es la que mejor se adapta a tus necesidades financieras.
Para estar al día de todas las ofertas financieras y poder encontrar el producto que mejor se adapta a tus necesidades, puedes consultar nuestro comparador en esta misma página
Una vez hayas realizado los primeros pasos y localizado cuál es el emisor que te ofrece una oferta acorde a tus objetivos, contratar una tarjeta prepago es realmente sencillo. Este tipo de producto, al no tener incorporado crédito alguno, no entrañan riesgo para el emisor y no requieren que se realice un estudio de solvencia (con lo cual, el proceso de contratación se agiliza de sobremanera).
Además, no están vinculados a ninguna cuenta bancaria, con lo cual, es posible conseguir una tarjeta prepago sin tener que cambiar de banco (aunque, de cara a una mayor fuerza negociadora, puede ser conveniente que el emisor sea nuestro banco e incluso tengamos domiciliada la nómina).
En síntesis, suele ser un producto de muy fácil adquisición, sólo es necesario ser mayor de edad y, probablemente, tener residencia fiscal en España.
Su fácil adquisición no es motivo para no comprobar bien la oferta y leer el contrato antes de firmarlo. El usuario, antes de contratar una tarjeta prepago, debe comprobar bien los siguientes puntos:
- ¿Cuáles son las comisiones que tiene la tarjeta prepago? ¿Por qué concepto? ¿A cuánto ascienden?
- ¿Es posible vincularla con un monedero virtual tipo Apple Pay o Google Pay?
- ¿Existe algún límite en la recarga de saldo (tanto mínimo como máximo)?
- ¿El emisor exige que se contrate algún otro producto que comercializa?
Puedes conseguir una tarjeta prepago sin tener que cambiar de banco ni domiciliar tu nómina
En resumen, contratar alguna de las tarjetas prepago que existen en el mercado es similar a la contratación de cualquier otro producto financiero (un préstamo, una cuenta corriente, una hipoteca, etc.).
Sólo que este tipo de instrumentos son más fáciles de conseguir porque no representan riesgo para la entidad que las comercializa. De ahí la importancia de preguntarte de qué forma obtiene el emisor sus honorarios por ponerte a disposición este instrumento de pago.
Algunas entidades las ofrecen a sus clientes de forma gratuita, puesto que ya mantienen una relación con ellos y tratan de fidelizarlos. Sin embargo, pueden existir otras firmas que tengan como objetivo captar nuevos clientes y lancen ofertas agresivas al mercado.
Por otra parte, también es posible que rechacen tu solicitud de adquirir una tarjeta prepago si tienes deudas pendientes y figuras en un fichero de morosidad (como ASNEF). Algunas entidades pueden rehusar la contratación con usuarios que tengan la condición de morosos (a pesar de que este producto no les suponga riesgo alguno).
Para estar al tanto de todo, puedes consultar periódicamente el blog de Credexia, dónde podrás comparar todas las ofertas y la información financiera que necesitas para una correcta gestión de tus finanzas.