A la hora de pedir un préstamo la entidad bancaria puede solicitar un aval. Hay muchas maneras de avalar a una persona que necesita un préstamo, ya seas tú mismo u otra persona. Una de ellas es pedir un préstamo con aval hipotecario. En este post vamos a explicarte en qué consiste esta opción, dentro de las distintas maneras de avalar un préstamo.
¿Qué es un préstamo con aval hipotecario?
Quien pide un préstamo puede poner a disposición de la entidad un aval, es decir, una garantía de que hay algún tipo de bien que suplirá la deuda si se llega al impago. La entidad financiera se protege de que el beneficiario del préstamo no pueda devolver el importe concedido gracias a un aval, que suele ofrecer una tercera persona o la propia persona beneficiaria del préstamo.
Un préstamo con aval hipotecario, o con garantía hipotecaria, es una manera de avalar un préstamo. Aquí, la persona avalista ofrece una propiedad inmobiliaria de la que es titular como aval. Es decir, si el beneficiario no puede asumir el coste del préstamo, el avalista responde con un inmueble en caso de que haya un impago en el crédito.
Requisitos para poder avalar un préstamo con un inmueble
Para que una persona pueda poner como aval una propiedad inmobiliaria de la que es titular es necesario que se cumplan ciertos requisitos:
- El inmueble debe estar a nombre del avalista. Es decir, la persona que avala el préstamo debe ser dueña del inmueble. Y el inmueble debe estar totalmente pagado y libre de deudas, aunque es posible que con que esté pagado el 70-80% sea suficiente.
- El avalista debe ser mayor de edad, aunque es posible que exijan tener entre 21 y 25 años.
- Algunas entidades exigen tener ingresos, aunque no suele ser un requisito muy demandado. Eso sí, es recomendable que la persona que va a pedir el préstamo tenga unos ingresos mínimos para hacer frente a las cuotas y no tener que recurrir al aval.
Pros y contras de pedir un préstamo con aval hipotecario
Este caso tiene ciertas ventajas y ciertos inconvenientes. Te los mostramos para que puedas valorar si merece la pena pedir un préstamo con un aval hipotecario:
Pros
- El importe que se puede pedir al presentar una aval de estas características puede ser muy alto.
- El plazo para devolver el préstamo puede ser también bastante largo, de hasta 20 años.
- No es obligatorio presentar unos ingresos fijos para que el préstamo sea concedido.
- La propiedad inmobiliaria sigue pudiendo ser usada.
- La persona que pide el préstamo puede aparecer en listas de morosos o puede tener embargos pendientes y que no haya problema en la concesión del préstamo.
- Es posible que haya periodos de carencia en el préstamo sin consecuencias.
Contras
- Al presentar el aval de una propiedad inmobiliaria el estudio para la concesión del préstamo puede tardar más de lo habitual.
- Se pone en juego la propiedad inmobiliaria. Si las cosas salen mal, la persona avalista puede perder la propiedad.
- Los intereses de este tipo de préstamos con aval de una propiedad inmobiliaria suelen ser mayores de lo habitual.
- Se puede dar el caso de que las comisiones y gastos del préstamos, sean de mayor cantidad que lo habitual.
Ahora que ya sabes en qué consisten los préstamos con aval hipotecario podrás plantearte si te conviene pedir un préstamo de estas características. Si necesitas una importante suma de dinero es una opción a valorar. Eso sí, recuerda siempre tener ingresos para poder hacer frente al pago de la cuota mensual. ¿Necesitas más información al respecto? Ponte en contacto con nuestro equipo.
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