- 2 % TIN y 2,50 % TAE a 15 años
- Bonificación del 1% sobre el TIN (primeros 6 meses)
- Sin gastos de notaría, ni de gestoría ni de registro
- Sin comisión de apertura
- Sin gastos de notaría, gestoría ni registro
- Sin comisión de apertura
- Euribor + 0,99% (condiciones especiales)
- TIN desde 1,99% y TAE Variable 2,52%
- Financiación del 80% de tu vivienda
- Hasta 30 años de financiación
Las hipotecas joven, o hipotecas para jóvenes, son un tipo de producto bancario diseñado para este colectivo de la población. Estos préstamos hipotecarios tienen sus propias características y pueden ser tratados de forma independiente de las hipotecas corrientes.
Si tienes menos de 35 años y tienes interés en comprar tu primera vivienda, en este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber sobre el producto financiero que te permitirá acceder a la misma: la hipoteca joven.
- ¿Qué son las hipotecas joven?
- ¿En qué se diferencian las hipotecas joven del resto de hipotecas?
- ¿Cómo conseguir una hipoteca joven?
¿Qué son las hipotecas joven?
Es sabido los problemas a los que se enfrentan las personas que recién comienzan su carrera profesional. Aquellos jóvenes que tienen un futuro por delante, si bien cargado de sueños, también tienen una serie de dificultades a la hora de conseguir financiación debido a que no cuentan con un historial crediticio ni con un pasado laboral para demostrar estabilidad en los ingresos.
Por todo ello, diferentes entidades bancarias lanzan productos de financiación para menores de 35 años. Uno de los más destacados son las llamadas hipotecas joven y, en sí mismas, son préstamos hipotecarios con unas condiciones que ayuden a este segmento de la población a comprar su primera vivienda.
Cabe la pena reseñar que estas hipotecas fueron muy populares durante el boom inmobiliario anterior a 2008. Sin embargo, una vez estallada la burbuja, todavía se encuentran en el catálogo de algunas de las entidades bancarias.
Las hipotecas joven son préstamos hipotecarios adaptados a los jóvenes menores de 35 años, con el objetivo de proporcionarles el acceso a su primera vivienda
¿Qué es un préstamo hipotecario?
Para comenzar a definir una hipoteca joven, el primer punto es tener presente en qué se basa la oferta jurídicamente hablando. Una hipoteca es una garantía, no obstante, se utiliza como sinónimo para expresar a un préstamo bancario con una garantía real hipotecaria. Es decir, un préstamo hipotecario.
La garantía hipotecaria suele realizarse sobre la propia vivienda que se pretende adquirir. Sin embargo, la legislación también permite realizar hipotecas sobre otros bienes (como por ejemplo un barco).
Así pues, el prestamista, es decir, la entidad bancaria se encuentra en condiciones de ofrecer una cantidad de dinero más elevada y a un plazo de devolución mayor, puesto que existe una garantía real de por medio (además del propio patrimonio, presente y futuro, del prestatario).
La diferencia entre una garantía en hipoteca de una garantía real en prenda es sencillamente que el prestamista no tiene la posesión de la misma. Si el bien que actúa como garantía se dejase en prenda, se encontraría en posesión del prestamista hasta la devolución del préstamo. Pero en el caso de la hipoteca, es el propio prestatario el que tiene la titularidad y la posesión del bien, únicamente se ejecutará la garantía en caso de impago.
Una hipoteca es una garantía real que se realiza para conseguir financiación
Cuando se formaliza una hipoteca, el bien hipotecado queda afectado al préstamo directamente. Esto quiere decir que, aunque el prestamista tenga otros acreedores, la vivienda puede ser ejecutada para satisfacer el préstamo hipotecario exclusivamente. Además, la ejecución se realiza de un modo más rápido y severo. Por este motivo se formalizan las hipotecas (en caso contrario, bastaría con la propia garantía personal del deudor).
Del mismo modo, la hipoteca queda ligada al inmueble hasta que no se satisfaga el préstamo. En caso de venderse la vivienda, el vendedor debería cancelar la hipoteca o será una carga que pesa sobre el inmueble (conviene mirar las cargas que pueda tener un inmueble en el Registro de la Propiedad).
El ofrecer una garantía real, como la hipoteca, permite que el prestamista pueda ofrecer mejores condiciones, unos plazos de devolución más dilatados y mayores cantidades. Es decir, las condiciones son diferentes que el simple préstamo personal.
Al comprar un inmueble siempre se debe comprobar en el Registro de la Propiedad si tiene cargas, como una hipoeca
¿En qué se diferencian las hipotecas joven del resto de hipotecas?
Una vez visto que una hipoteca joven es un préstamo hipotecario, nos proponemos repasar sus condiciones para comprobar cómo varían cuando se trata de estos productos.
De esta manera, una hipoteca joven sólo es un préstamo hipotecario con unas condiciones diferentes y adaptadas a los menores de 35 años.
Los préstamos hipotecarios suelen ser más complejos que otro tipo de soluciones de financiación. Intervienen bienes reales, lo cual implica que entren en juego otros agentes (como gestores, notarios, tasadores, etc.) y su formalización es más larga. Por este motivo, es necesario que conozcas bien todos los elementos que intervienen en una hipoteca y qué caracteriza a una hipoteca joven.
La primera diferencia existente entre una hipoteca joven y un préstamo hipotecario corriente es que en el primer caso suele exigirse que el prestatario tenga menos de 35 años
El principal de la operación
El principal del préstamo es el importe solicitado al banco y el cual, junto con los intereses devengados, estará garantizado con el bien hipotecado.
Normalmente, una hipoteca se realiza para comprar un bien inmueble y suele ser por importe elevado.
Del mismo modo, el banco generalmente concede un importe más elevado debido a que sobre el préstamo existe una garantía real (en caso contrario, puede que el principal máximo que nos preste sea más reducido).
En este sentido, las hipotecas tienen un máximo de financiación, dependiendo del valor del bien que se hipoteca. Como norma general, se concede entre el 70% y el 80% del valor del inmueble. En las hipotecas joven, este importe suele rondar hacia el 80%.
Aunque, además, el importe a prestar también depende de las condiciones del cliente, como su nivel de ingresos, solvencia, otras garantías (avales), etc.
Un aspecto interesante es que, si negocias bien y buscas la oferta adecuada, puedes encontrar entidades que te financien más del 80% del valor del inmueble. Sin embargo, es muy difícil encontrar una hipoteca joven para personas sin ahorros, es decir, aquellas que financian el 100% de la operación.
Las hipotecas para jóvenes suelen financiar un importe más alto. Puede llegar incluso al 85% o el 90% del valor del inmueble, pero no el 100%
Los intereses
Los intereses son el coste que el prestatario debe asumir por disponer del dinero prestado. Es el precio del préstamo.
Suelen liquidarse en cada cuota y se calculan anualmente sobre el capital pendiente de pagar. De modo que, si se amortiza una parte de la hipoteca mediante una aportación extra, el interés total disminuye.
Para calcular los intereses se utilizan dos indicadores:
- El TIN (Tipo de Interés Nominal): hace referencia a los intereses, en forma de porcentaje, que se aplican sobre el capital pendiente durante un período de tiempo (anual, semestral, trimestral, etc.). Es el interés efectivo.
- La TAE (Tasa Anual Equivalente): la TAE es una fórmula matemática que tiene en consideración el TIN y otros gastos de la operación. También se incluyen la frecuencia de los pagos. Todo ello se traspone a un porcentaje anual que será la tasa real a la que el cliente debe hacer frente cada año. La TAE es útil para poder comparar entre diferentes hipotecas y decidir cuál es la más barata. Las entidades bancarias tienen la obligación de incluirla esta fórmula en su información precontractual.
Normalmente, las hipotecas joven se diferencian porque suelen tener un interés más bajo que las hipotecas ordinarias. Pero, cuidado, en muchas ocasiones este descuento en los intereses suele mantenerse únicamente mientras el cliente sea menor de 35 años.
A partir de esta edad, las entidades bancarias pueden no considerar al cliente dentro del segmento de “jóvenes”.
También, debemos considerar si las hipotecas tienen un tipo de interés fijo, variable o mixto:
- Hipotecas a interés fijo: se aplica la misma tasa de interés durante toda la vida del préstamo hipotecario.
- Hipotecas a interés variable: el interés varía en función de un índice de referencia (generalmente el Euríbor) y es susceptible de cambiar (lo cual provoca que la cuota a pagar se altere).
- Hipotecas mixtas: las hipotecas mixtas se caracterizan porque suele aplicarse un interés fijo durante los primeros años del préstamo, para después pasar a ser una hipoteca a tipo variable.
Una de las características principales de las hipotecas joven es que suelen tener unos menores intereses. Pero es posible que este descuento se aplique mientras el prestatario no cumple la edad máxima marcada por la entidad
Plazo de devolución
El plazo que concede la entidad bancaria para devolver el capital y los intereses tiene también una gran importancia debido a:
- Un plazo excesivamente corto producirá que las cuotas mensuales sean muy altas y puede provocar tensiones financieras.
- Un plazo excesivamente largo permite pagar la hipoteca holgadamente, pero se tendrán que abonar más intereses.
Es importante decidir bien el plazo para devolver el préstamo. Como norma general, las entidades permiten un plazo máximo de unos 30 años. Sin embargo, en las hipotecas joven, debido que el propio solicitante tiene también más tiempo por delante para hacer frente al préstamo, pueden extender este período a los 40 años.
Las hipotecas jóvenes pueden permitir plazos más amplios para devolver el préstamo que las hipotecas ordinarias
Las comisiones
Entramos en uno de los conceptos más importantes para solicitar, no sólo hipotecas, sino cualquier producto y servicio bancario.
Las comisiones responden a un cobro, por parte de la entidad, por cualquier servicio paralelo prestado y necesario para formalizar una operación o mantenimiento de la misma.
Es necesario que sepas que todas las comisiones son negociables, el cliente puede reducirlas e incluso suprimir algunas. Por ello es necesario que realices una buena búsqueda y comparación de los productos financieros que mejor se adaptan a tus necesidades financieras.
Es importante fijarnos en las comisiones e intentar reducirlas, incluso por encima de los interereses
En el caso de las hipotecas, las comisiones más frecuentes que te encontrarás son las siguientes:
- Comisión de apertura: como su propio nombre indica, es la correspondiente por abrir la operación financiera de préstamo hipotecario. En realidad, es la única a la que debes hacer frente al contratar este producto financiero, puesto que la anteriormente existían otras como la comisión de gestión y de estudio de la operación. Suele ser de entre el 0,5% y el 1% del préstamo y se aplica en el caso de aceptar las condiciones y se formaliza la operación.
- Comisión de amortización anticipada: la amortización anticipada es el pago anticipado del principal de la hipoteca, puede ser total o parcial. Esta comisión tiene como objetivo compensar a la entidad bancaria por los intereses que deja de percibir al reducir el capital pendiente. Esta comisión se ha reducido tras la nueva legislación y su importe máximo está regulado (depende cuando se realice).
- Comisión por subrogación: la subrogación es la modificación de alguna de las personas que intervienen en el contrato. Incluso puedes cambiar la hipoteca de banco cuando alguno te ofrece mejores condiciones (el lo que se denomina la subrogación del acreedor). También puede sustituirse el prestatario (subrogación del deudor).
- Comisión por novación: si la subrogación implica modificar algún elemento personal de la hipoteca, la novación significa la modificación de algún elemento real (es decir, alguna de las condiciones). En otras palabras, será una comisión por modificación del contrato.
En cuanto a las hipotecas joven, cabe la pena destacar que este tipo de productos tienen como objetivo hacer la financiación más fácil a las personas a las cuales están destinadas y, como norma general, reducen y suprimen algunas de ellas.
Existen hipotecas jóvenes sin comisión de apertura. También podemos encontrar ofertas bancarias en las que no aplican comisión por amortización anticipada o subrogación.
La cuota del préstamo
La cuota es la cantidad que se liquida periódicamente a la entidad bancaria, como parte de la devolución del capital y otra parte de intereses.
Lo más común es que tengan una periodicidad mensual y suelen calcularse mediante el sistema de amortización francés.
En el sistema francés, la cuota es la misma, sólo varía la parte que va destinada al pago del principal y al pago de intereses. No obstante, si la hipoteca es variable, la cuota puede cambiar como consecuencia de una alza o baja en el índice de referencia del tipo de interés (generalmente el Euríbor).
Cada cierto tiempo se revisa el índice y se aplican los cambios para el período siguiente hasta la próxima revisión.
A pesar de que las cuotas tienen una parte de intereses y otra de devolución del principal, es posible negociar con la entidad y solicitar períodos de carencia: períodos en los cuales se reducen las cuotas e incluso sólo se llegan a pagar intereses. Este tipo de opciones se hacen más notables en las hipotecas joven, puesto que son más flexibles.
Las hipotecas joven son más flexibles y pueden permitir reducción de cuotas y períodos de carencia
Vinculaciones con la entidad
Cabe la posibilidad de que la entidad bancaria solicite la contratación de algún otro producto como condición para conceder el préstamo hipotecario; o bien, para ofrecer mejore condiciones de contratación.
En esta situación, es necesario tener presente si el producto en sí mismo es necesario y si su coste compensa el ahorro que se obtendrá en la hipoteca joven. Es posible que alguna compensación extra a la entidad favorezca la negociación.
Podría ser que el banco nos ofreciese algún elemento que sea de interés para la gestión de nuestras finanzas personales:
- Domiciliación de nómina.
- Un seguro para nuestro nuevo hogar.
- Una tarjeta.
- Entre otros.
Como suele suceder en la contratación de productos financieros, es necesario valorar la oferta en su totalidad, comparar con otras ofertas, negociar con varias entidades y conseguir el producto más adaptado (con las mejores condiciones posibles). En Credexia te ofrecemos toda la información que precisas para que puedas abordar esta tarea con éxito.
¿Cómo conseguir una hipoteca joven?
Una vez vistas las condiciones que definen a las hipotecas joven, es decir, qué tienes que buscar y negociar la entidad bancaria, te ofrecemos algunas claves para que puedas conseguir tu hipoteca joven en las mejores condiciones.
Debes tener ahorros
Las hipotecas joven no son sinónimo de hipotecas para “jóvenes sin ahorros”. Si bien es cierto que este tipo de productos te ofrecen una mayor financiación que las hipotecas corrientes, pero en todo caso, como mínimo asegúrate de tener ahorrado un 15% del valor del inmueble.
Esto, además, dará una imagen de solvencia y seriedad de cara a la negociación bancaria.
Comenzar por tener una situación económica saneada, como unos ahorros y la menor cantidad de deudas, es una buena forma para solicitar financiación.
Tener unos ingresos
Además de unos ahorros, es necesario que te encuentres en activo en el mercado laboral. A pesar de que los jóvenes suelen tener una menor estabilidad, no es motivo para que las entidades hagan la vista gorda en este sentido.
Si cuentas con nómina, antigüedad en tu empresa y te dedicas a una profesión con futuro, házselo saber a la entidad bancaria aportando toda la documentación.
Es necesario que cuentes con tu propio dossier de negociación bancaria, para ahorrar tiempo y mejorar tu relación con la entidad desde el primer momento. En él debes incluir todos estos documentos:
- Fotocopia de tu DNI.
- Extractos bancarios de los tres últimos meses.
- Contrato de trabajo y últimas nóminas.
- Justificación de otros ingresos.
- Informe de vida laboral.
- Declaración de IRPF.
- Documentación relativa al bien inmueble (contrato de arras, contrato de alquiler, escrituras de la vivienda, etc.).
Crea tu dossier de negociación bancaria. Es necesario que trabajes para mejorar cada uno de los puntos y documentos que lo componen (ingresos altos, estabilidad, laboral, ahorro, pagos al día, baja situación de deuda, etc.).
Busca y compara
Lo hemos comentado con anterioridad, pero es de vital importancia que busques el producto adecuado puesto que las hipotecas joven ya no son tan populares como hace años y no se encuentran tan fácilmente.
Es posible que exista una entidad bancaria tenga muy buenas condiciones para una hipoteca corriente y que pueda adaptarlas a tu situación como joven.
Siempre puedes consultar comparadores como Credexia para estar al día de las últimas novedades y conseguir los productos más interesantes.
La búsqueda y comparación de productos y servicios financieros es una de las principales claves del éxito
Intenta conseguir ayudas para jóvenes
Por otra parte, las ayudas y subvenciones también son una fuente de financiación que pueden solaparse con la hipoteca, haciendo más fácil conseguirla.
Diferentes Administraciones autonómicas y locales tienen programas para permitir el acceso a la vivienda a los jóvenes, bien sea mediante ayudas directas, ventajas fiscales o mejora en las condiciones
Por ejemplo, el Plan Estatal de Vivienda 2018 -2021 ofrece ayudas a la compra, siempre y cuando:
- El solicitante tenga menos de 35 años.
- La vivienda tenga un valor inferior a 100.000 €.
- Esté situada en un municipio de menos de 5.000 habitantes.
- La unidad de convivencia tenga un ingreso máximo de 3 veces el IPREM (o lo que es lo mismo, 1.694,70 € al mes).
Esta ayuda consiste en una subvención de hasta 10.800 €, con un límite del 20% del valor de la vivienda.
Por otra parte, la Comunidad de Madrid, en su programa “Primera Vivienda” tiene como objetivo avalar a los jóvenes con un mínimo de 5.000 €. Otras Comunidades como Murcia pretenden llevar a cabo esta iniciativa de avales para fomentar el acceso a la vivienda.
Las ayudas para jóvenes que quieren conseguir su primera vivienda es un buen recurso al que puedes acudir y que te ayudará a conseguir tu hipoteca joven
Del mismo modo existen subvenciones autonómicas consistentes en una bonificación del Impuesto Sobre Transmisiones Patrimoniales. Según la Región puede variar el importe y la edad, pero generalmente estas ayudas están destinadas a jóvenes menores de 35 años.
En definitiva, para conseguir una hipoteca joven tienes, por una parte que conseguir cumplir los requisitos mínimos exigidos, pero por otra, encontrar aquella entidad que pueda ofrecerte la financiación con las mejores condiciones y sea capaz de reducir los mencionados requisitos.
¿Te ha quedado alguna duda? Consulta a nuestro equipo de expertos en financiación hipotecaria y te asesorarán personalmente para elegir la oferta más adecuada.